Así lo ha aprobado hoy la Junta de Gobierno del Ayuntamiento, que explica que en la capital hay que ocuparse del mantenimiento de más de 50 millones de metros cuadrados de pavimentos, de unos 500.000 elementos de mobiliario urbano y de casi 250.000 puntos de luz.

A través de este contrato, las empresas que se ocupan de la vigilancia de las empresas de conservación inspeccionan que los medios humanos y técnicos, así como la presencia física del personal, son los correctos.

Se encargan, además, de que las tareas se realicen según la programación prevista, y que todas las operaciones se lleven a cabo cumpliendo la normativa sobre Seguridad Social, prevención de riesgos laborales, seguridad y salud laboral, altas y bajas, formación, etcétera.

Ese control de calidad incluye también vigilar la presencia, imagen y buen funcionamiento de la maquinaria y vehículos y de la calidad en la prestación del servicio.

Para que el control resulte más eficaz, la ciudad se ha dividido en dos ámbitos: la zona este (Retiro, Salamanca, Chamartín, Puente de Vallecas, Moratalaz, Ciudad Lineal, Hortaleza, Villa de Vallecas, Vicálvaro, San Blas y Barajas) y la zona oeste (Centro, Arganzuela, Tetuán, Chamberí, Fuencarral- El Pardo, Moncloa-Aravaca, Latina, Carabanchel, Usera y Villaverde).

La vigilancia se realiza diariamente mediante inspecciones aleatorias a estos ámbitos. Según el consistorio, con este contrato se logran dos objetivos, que son elevar el nivel de exigencia del servicio de conservación de las vías públicas, un servicio que afecta directamente a la calidad de vida del ciudadano, e implicar a las empresas en una mejor prestación del servicio.