Según informó la Policía, el arresto en territorio húngaro ha sido posible después de que los agentes españoles no dieran credibilidad a un certificado de defunción que en 2016 presentó el abogado del prófugo.

El letrado presentó este documento para intentar borrar la pista del acusado, que en 2014 fue detenido junto a otras 14 personas por formar parte de un grupo criminal especializado en la sustracción de vehículos de alta gama. Se inició entonces el procedimiento judicial correspondiente por el que permaneció varios meses en prisión preventiva, aunque estaba pendiente de sentencia.

Las autoridades españolas no se creyeron su muerte, ya que fue reconocido después en Valencia al apropiarse de una embarcación de lujo que alquiló con una carta de identidad rumana y un título de patrón falsificados.

IDENTIDADES FALSAS

Gracias a los mecanismos de coordinación policial internacional, la Policía averiguó que el prófugo era sospechoso de haberse apropiado de forma fraudulenta de dos deportivos de lujo -uno en Madrid y otro en Barcelona-, de una autocaravana en Burgos y de un coche de alquiler en la localidad de Lloret de Mar (Girona).

Estos vehículos fueron recuperados por la Policía de Hungría, tras lo cual se activó una investigación conjunta con las autoridades de ese país que culminó con su arresto junto a otras dos personas.

La investigación pudo confirmar que el detenido había empleado varias identidades falsas mientras permaneció en España. Además, permitió recuperar en Hungría varios vehículos robados en territorio español, a los que ya habían alterado sus principales elementos identificativos.