De acuerdo con el informe, este dato supone una mejora de tres décimas en 2017 con respecto a su última estimación, del pasado mes de enero, en la que apuntaba un crecimiento del PIB del 2,3%.

Por su parte, el organismo internacional ha decidido mantener en el 2,1% su proyección de incremento del PIB español en 2018.

La estimación del PIB del Fondo Monetario Internacional para 2017 es una décima superior a la del Gobierno de Mariano Rajoy (2,5%), aunque la del año que viene se sitúa tres décimas por debajo, pues el Ejecutivo español prevé un alza del 2,4% en 2018.

En cuanto a la evolución del empleo, el FMI estima que la tasa de paro en España sea del 17,7% de la población activa este año y se modera al 16,6% el ejercicio que viene.

El crecimiento de España está muy encima de otros países de la UE, como por ejemplo Alemania, que crecerá un 1,8% en 2017 y un 1,5% en 2018; Francia con un 1,4% y un 1,6%, o Italia, cuyo PIB avanzará un 0,8% este año y el próximo.

El conjunto de la zona euro crecerá un 1,7% este año y un 1,6% el que viene. Por su parte, la economía mundial registrará un repunte del 3,5% en 2017 y un 3,6% en 2018.

Entre las principales economías, Estados Unidos crecerá un 2,3% este año y un 2,5% el que viene; en Reino Unido el alza será del 2% y el 1,5%, respectivamente, y en Japón del 1,2% en 2017 y el 0,6% en 2018.

RIESGO PROTECCIONISTA

El FMI señala en su informe que aunque “existe la posibilidad de que el crecimiento supere las expectativas a corto plazo, hay significativos riesgos a la baja que continúan opacando las perspectivas a mediano plazo”.

Estos riesgos, agrega el organismo, “pueden haberse intensificado desde la publicación de nuestras últimas previsiones”. Así, subraya, “la incipiente recuperación aún es vulnerable a la variedad de riesgos a la baja”.

La institución advierte de que un “riesgo destacable” es un giro hacia el proteccionismo que “haga estallar una guerra comercial”.

En especial, subraya, “en el caso de las economías avanzadas, se observan varios factores que han generado respaldo político a favor de marcos de política de suma cero, capaces de socavar las relaciones comerciales internacionales”.

MEDIDAS NACIONALES

Por otra parte, el organismo apuntó que en el ámbito nacional las políticas deberían procurar “apuntalar” la demanda y sanear los balances en los casos en que sea necesario y factible hacerlo.

También aboga por impulsar la productividad, la oferta de mano de obra y la inversión a través de reformas estructurales y medidas fiscales que propicien la oferta.

A todo ello se une la necesidad de modernizar la infraestructura pública, y brindar respaldo a quienes se hayan visto desplazados por transformaciones estructurales tales como los cambios tecnológicos y la globalización.

Al mismo tiempo, añade, muchos países necesitan estrategias que inspiren confianza para imprimir a la deuda pública una trayectoria sostenible.