El clima batió en 2016 récords de calor, deshielo polar y subida del nivel del mar

- Esas tendencias “extremas e inusitadas” continúan este año, según la OMM

MADRID
SERVIMEDIA

El año pasado hizo historia en el planeta con una temperatura máxima sin precedentes, un nivel excepcionalmente bajo de los hielos marinos en los casquetes polares y un aumento ininterrumpido del nivel del mar y del calor oceánico, y esas condiciones meteorológicas y climáticas y extremas no han cesado en 2017, según aseguró este martes la Organización Meteorológica Mundial (OMM), la agencia de la ONU especializada en el tiempo, el clima y el agua.

La OMM hizo pública hoy su ‘Declaración anual sobre el estado del clima mundial’ correspondiente a 2016, poco antes de que este jueves se celebre el Día Meteorológico Mundial bajo el lema ‘Entendiendo las nubes’, ya que difundirá un nuevo atlas internacional de nubes en el que incluye algunas antropogénicas (es decir, de origen humano).

Este informe constituye una fuente autorizada de referencia y se basa en diversos conjuntos de datos internacionales que varios centros de análisis climáticos mundiales mantienen de forma independiente, así como en la información presentada por decenas de institutos de investigación y servicios meteorológicos e hidrológicos nacionales de los miembros de la OMM.

“En el presente informe se confirma que 2016 fue el año más cálido del que se tenga constancia: registró una temperatura sorprendente de 1,1°C por encima de los niveles preindustriales, lo que representa un aumento de 0,06 °C por encima del récord anterior registrado en 2015. Este ascenso de la temperatura mundial está en consonancia con otros cambios que se están produciendo en el sistema climático”, afirmó Petteri Taalas, secretario general de la OMM.

Taalas subrayó que “las temperaturas medias mundiales de la superficie del mar también fueron las más elevadas que se hayan registrado, el nivel del mar a escala mundial siguió aumentando y la extensión de los hielos marinos del Ártico se situó muy por debajo del promedio durante la mayor parte del año”.

“Cada vez es más evidente la influencia de las actividades humanas en el sistema climático como lo demuestran los niveles récords de dióxido de carbono en la atmósfera que siguen registrándose de forma constante”, advirtió.

DATOS DESTACADOS

En cada uno de los 16 años transcurridos desde 2001, la temperatura mundial ha sido al menos 0,4°C superior a la media a largo plazo del período de base entre 1961 y 1990, utilizado por la OMM como referencia para la vigilancia del cambio climático.

Según se desprende del informe de la OMM, las temperaturas mundiales aún guardan relación con una tendencia a registrar un aumento de 0,1°C a 0,2°C por decenio.

El intenso episodio climático de ‘El Niño’ de 2015 y 2016 produjo un mayor calentamiento el año pasado, además del cambio climático a largo plazo provocado por las emisiones de gases de efecto invernadero. Las temperaturas registradas en los años de episodios intensos de ‘El Niño’, como 1973, 1983 y 1998, suelen ser entre 0,1°C y 0,2°C más elevadas que los niveles de fondo, y las temperaturas de 2016 concuerdan con esa tendencia.

El nivel del mar aumentó considerablemente a escala mundial durante el episodio de ‘El Niño’ y a principios de 2016 se registraron nuevos valores máximos. En noviembre se observó una reducción de la extensión de los hielos marinos mundiales de más de cuatro millones de kilómetros cuadrados por debajo del promedio, lo cual representa una anomalía sin precedentes para ese mes.

La OMM recalca que "las temperaturas sumamente elevadas" de los océanos contribuyeron a una decoloración coralina importante y en muchas aguas tropicales se informó sobre mortalidad de los corales, lo cual repercute en gran medida en las cadenas alimentarias marinas, los ecosistemas y la pesca.

Además, los niveles de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera alcanzaron la marca simbólica de referencia de 400 partes por millón en 2015 (el último año para el cual se dispone de datos mundiales de la OMM) y no disminuirán por debajo de ese nivel durante varias generaciones futuras debido al carácter duradero del CO2.

Entre los fenómenos extremos más importantes de 2016 cabe señalar las sequías graves que provocaron inseguridad alimentaria a millones de personas en las zonas meridional y oriental de África y América Central. El huracán ‘Matthew’ infligió un sufrimiento generalizado en Haití, ya que fue la primera tormenta de categoría 4 en tocar tierra desde 1963 y provocó pérdidas económicas considerables en Estados Unidos, mientras que las regiones oriental y meridional de Asia se vieron afectadas por fuertes lluvias y crecidas.

Taalas indicó que la entrada en vigor del Acuerdo de París el pasado 4 de noviembre representa “un hito histórico”. “Resulta fundamental que se aplique el Acuerdo y que este oriente a la comunidad internacional en la lucha contra el cambio climático mediante la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, el fomento de la resiliencia climática y la incorporación de medidas de adaptación al clima en las políticas nacionales de desarrollo”, añadió, antes de apostillar: “Para adaptarnos a la rápida evolución del cambio climático es primordial que se realicen inversiones continuas en investigaciones y observaciones del clima”.

FENÓMENOS EXTREMOS EN 2017

De acuerdo con algunos estudios de reciente publicación que no se incluyeron en el informe de la OMM, es posible que el contenido calorífico de los océanos haya aumentado aún más de lo informado anteriormente. Además, los datos provisionales indican que no se ha moderado el nivel de aumento de las concentraciones de dióxido de carbono en la atmósfera.

“Aun sin la presencia de un episodio de ‘El Niño’ en 2017, se observan otros cambios notables en todo el planeta que ponen a prueba los límites de nuestra comprensión del sistema climático. Realmente nos encontramos en terreno desconocido”, afirmó David Carlson, director del Programa Mundial de Investigaciones Climáticas de la OMM.

Al menos tres veces hasta ahora en este invierno boreal, en el Ártico se ha observado el equivalente polar de una ola de calor, y la presencia de intensas tormentas del Atlántico ha impulsado la entrada de aire cálido y húmedo. Eso significa que en pleno invierno ártico y durante el período de recongelamiento de los hielos marinos, hubo días en los que se estuvo cerca del punto de fusión. Los hielos marinos de la Antártida también han registrado un nivel bajo sin precedentes, en contraposición a la tendencia observada en los últimos años.

Las investigaciones científicas indican que los cambios que se producen en el Ártico y el derretimiento de los hielos marinos están provocando un giro hacia configuraciones más amplias de la circulación oceánica y atmosférica, lo cual afecta las condiciones meteorológicas en otras partes del mundo debido a las olas de las corrientes en chorro (las bandas de aire de rápido movimiento que ayudan a regular las temperaturas).

En consecuencia, se observaron algunas regiones con temperaturas inusitadamente templadas, entre ellas Canadá y gran parte de Estados Unidos, mientras que en otras, como la península arábiga y el norte de África, se registraron condiciones inusualmente frías a comienzos de 2017. Sólo en Estados Unidos, se batieron o se igualaron 11.743 récords de temperaturas máximas en febrero, de acuerdo con la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés).

(SERVIMEDIA)
21 Mar 2017
MGR/caa