13 años de cárcel para el 'Mossack Fonseca español' que vendió empresas a las mayores tramas de corrupción para evadir impuestos
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La Audiencia Nacional ha condenado a 13 años de cárcel a Ramón Cerdá Sanjuan, conocido como el `Mossack Fonseca español´, por delitos de defraudación tributaria, asociación ilícita, falsedad continuada en documentos público y falsedad en documento mercantil, en las operaciones que realizaba para crear empresa que luego vendió a las mayores tramas de corrupción del país para que pudieran defraudar el pago de 3,2 millones de euros de IVA.
La Sala de lo Penal condena a otras 16 personas y absuelve a dos de los juzgados en este caso. Otro de los juzgados ya ha fallecido. Cerdá también ha sido condenado al pago de una multa de 3,2 millones de euros, cantidad igual a la defradudada, como responsable de la estructura empresarial opaca destinada a ocultar algunas de las operaciones de la trama Gürtel, del caso Nóos y de Marsans.
Cerdá Sanjuan es un abogado y gestor de empresas que desde su despacho `Sociedades Urgentes de Ontinyent´, creó, gestionó y vendió sociedades, de forma totalmente legal, que después de su traspaso a otras manos se utilizaron en numerosas tramas de corrupción para evadir impuestos.
El abogado llegó a tener 8.000 empresas a su nombre, con capitales sociales de entre 3.000 y 240.000 euros, y ha vendido desde 1990 otras 10.000 sociedades, algunas que también aparecen vinculadas a la investigación de la `operación Taula´. El condenado alegó en el juicio que se limitaba a crear la estructura legal de empresas que luego vendía, sin tener conocimiento del destino que les iban a dar los compradores.
El despacho de Cerdá estaba especializado, como el Mossak-Fonseca en Panamá, en crear complejas estructuras societarias que posteriormente se usan para ocultar propiedades u operaciones, sin hacerse responsables del uso que sus clientes den a dichas estructuras.
Sus clientes que eran sobre todo empresarios e inversores, compraban participaciones en la empresa ya creada, dado que esta operación no deja huella en el Registro Mercantil, lo que facilita que a los nuevos propietarios que puedan realizar gestiones opacas.
(SERVIMEDIA)
15 Mar 2017
SGR/pai