Las tres organizaciones informaron este martes, con motivo de la celebración del Día Internacional de los Ríos, que se celebra hoy, que ese real decreto presenta algunos aspectos positivos sobre la protección de los ríos y los humedales frente a ocupaciones y usos irresponsables.

Sin embargo, añadieron que incorpora la posibilidad de unos “márgenes de reducción” y excepciones al cumplimiento y la exigilibidad de los caudales ecológicos que determinen los planes hidrológicos.

Por ello, las entidades consideraron que esa nueva regulación de caudales ecológicos supone “una grave e importante regresión en materia de protección medioambiental y de los ríos” de España, ya que permite que, de forma general, “se reduzcan e infrinjan los ya de por sí ridículos caudales mínimos fijados en los planes hidrológicos o se incumplan otros componentes fundamentales de los regímenes de caudales ecológicos”.

También advirtieron de que la mayoría de excepciones y reducciones que se introducen en el cumplimiento de los caudales ecológicos pueden afectar a la adecuada conservación de espacios de la Red Natura 2000, humedales Ramsar y Reservas Naturales Fluviales.

CONSERVACIÓN "DESFAVORABLE"

Las ONG aseguran que se trata de “una cuestión extremadamente grave”, al ser España uno de los países europeos que atesoran más diversidad de hábitats y especies de agua dulce. Por ejemplo, los ríos y los humedales son el único refugio del planeta para más de 30 especies endémicas de peces continentales.

“La situación ya es muy negativa en España para este grupo faunístico, ya que el 92% de las valoraciones sobre su estado de conservación indican que es desfavorable”, añadieron.

Por lo demás, Ríos con Vida, SEO/BirdLife y WWF-España insistieron que esta “desregulación” de los caudales ecológicos afectará no sólo a los peces, sino también a todo el conjunto de biodiversidad asociada a los ecosistemas acuáticos continentales (hábitats vinculados al agua, bosques de ribera, aves, insectos, anfibios, réptiles, mamíferos...) y a otras actividades que se desarrollan en ellos, como la pesca, el piragüismo o el simple disfrute de la naturaleza.

Además, apuntaron que los actuales planes hidrológicos ya incluyen “unos caudales ecológicos demasiado bajos y artificiales”, que en algunos casos son inferiores a los fijados hace más de 20 años, por lo que afirmaron que “no se ha evaluado el impacto sobre el medio ambiente que tendrá esta modificación y las excepciones generales al cumplimiento del régimen de caudales ecológicos”.