La Fundación BBVA premia a Pedro Alonso por su lucha contra la malaria

- Y a Peter Myler por su trabajo sobre la leishmaniasis y la enfermedad de Chagas

MADRID
SERVIMEDIA

La Fundación BBVA comunicó este martes la concesión del Premio Fronteras del Conocimiento en la categoría de Cooperación al Desarrollo al investigador español Pedro Alonso y al australiano Peter Myler por el papel clave de ambos en la lucha contra las enfermedades infecciosas que afectan a millones de personas en países en desarrollo y causan cientos de miles de muertes, sobre todo en niños.

El trabajo de Alonso se ha traducido en avances que han hecho posible reducir en un 60% la mortalidad por malaria en los últimos 15 años. La investigación de Myler es considerada indispensable para el desarrollo de cualquier futuro fármaco o vacuna contra estas enfermedades, a menudo llamadas olvidadas o de los pobres.

“Creemos que contra estas enfermedades no existe una bala mágica”, explicó el presidente del jurado Joachim von Braun, quien añadió: “Por eso hemos querido reconocer los logros que se obtienen desde frentes distintos, como son la perspectiva clínica y la investigación más básica”. La primera, representada por las contribuciones de Alonso, determina los resultados que se están obteniendo en el presente y la segunda es una base fundamental de los futuros avances.

En el caso de Pedro Alonso (Madrid, 1959), catedrático de Salud Internacional en la Universidad de Barcelona y actual director del Programa Mundial de la Malaria de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el jurado ha destacado dos contribuciones: la demostración en los años 80 del siglo pasado de que las mosquiteras impregnadas con insecticida protegen contra la malaria y el ensayo de vacunas contra esta enfermedad en la primera década del siglo XXI. Ambas contribuciones, señala el acta del jurado, “emergen ahora como los dos pilares principales en la lucha contra la malaria”.

Peter Myler (Rockhampton, Australia, 1956), director e investigador principal en el Centro de Genómica Estructural para Enfermedades Infecciosas en Seattle (Estados Unidos), es pionero en la aplicación de la tecnología genómica más avanzada a las enfermedades endémicas de países en desarrollo. En 2005 logró secuenciar el genoma de los parásitos causantes de dos de estas enfermedades: la leishmaniasis y el mal de Chagas. “Estos avances abren la vía al desarrollo de nuevos fármacos para combatir estas y potencialmente otras enfermedades infecciosas”, afirma el acta.

“Las innovaciones aportadas por los abordajes pioneros de los dos galardonados serán críticas para el desarrollo de estrategias más eficaces en la reducción de la carga que suponen las enfermedades infecciosas para los países en desarrollo”, prosigue el acta.

SEIS MILLONES DE MUERTES EVITADAS

Tras conocer que ha sido galardonado con el galardón, Pedro Alonso resaltó “la importancia de que este premio reconozca la multidisciplinariedad y la complementariedad de diferentes estrategias para abordar un problema tan complejo como la lucha contra estas enfermedades infecciosas”.

La malaria o paludismo es una enfermedad parasitaria que cada año contraen 200 millones de personas, de las que fallecen 400.000, en su gran mayoría niños africanos. Es la cuarta causa de muerte infantil en el mundo. Además, su gran impacto económico dificulta enormemente el desarrollo de los países afectados. Se transmite por la picadura de mosquitos de la especie ‘Anopheles’ infectados a su vez con el parásito ‘Plasmodium’.

Todavía no hay disponible ninguna vacuna que evite el contagio. Sin embargo, en los últimos 15 años se ha conseguido una reducción de hasta el 60% en la mortalidad por malaria, lo que se traduce en unos seis millones de muertes evitadas, la mayor parte de niños de menos de cinco años. Este logro se debe principalmente a la medida preventiva más extendida hoy cen día: el uso de mosquiteras impregnadas con insecticida de larga duración.

El trabajo de Alonso en este punto ha sido crucial. "Tuve el honor de dirigir el primer estudio que contra todo pronóstico demostró que el uso de mosquiteras impregnadas con insecticida era muy eficaz”, explicó, antes de añadir: “Hoy se ha convertido en la herramienta central en la lucha contra la malaria. Se trata de una tecnología de bajo coste pero de enorme impacto".

Además, Alonso ha dirigido el ensayo de la vacuna considerada hoy más avanzada, la primera sobre la que la Agencia Europea del Medicamento emite una opinión positiva. A finales del año pasado, la OMS anunció que la vacuna RTS,S (de nombre comercial Mosquirix), se aplicará en proyectos piloto en tres países de Africa subsahariana a partir de 2018.

“La vacuna que tenemos ahora no es perfecta, de hecho es bastante imperfecta. Pero es lo suficientemente buena como para que la OMS considere que se puede iniciar un programa de ensayos en tres países africanos con centenares de miles de niños”, apuntó Alonso.

(SERVIMEDIA)
28 Feb 2017
MGR/caa