En rueda de prensa en el Congreso de los Diputados, Rivera terminó esgrimiendo esta amenaza velada al PP, después de empezar limitándose a desear “que la otra parte también cumpla” su parte del trato después de investir Cs a Sánchez y aprobar los Presupuestos autonómicos.

El acuerdo de investidura con el PP comenzaba aclarando que si un cargo público resultaba imputado por corrupción tendría que dimitir, y es lo que ahora le exige a Sánchez.

Con cierta sorna, Rivera se declaró convencido de que el PP tendrá a alguien no imputado en Murcia y de que los votantes del PP “prefieren un gobierno del PP en Murcia que una moción de censura”. Por tanto, reiteró que Cs pedirá a los populares un candidato distinto a Sánchez “para poderle apoyar”.

Ahora bien, avisó: “Si nos dijeran que no quieren gobernar, que no quieren poner un candidato alternativo, buscaríamos la vía para hacer cumplir ese pacto y buscar una alternativa”.

El presidente nacional de Ciudadanos prefirió, no obstante, esperar a la reunión que han pedido y “dar la oportunidad al PP para que cumpla el punto 1 de nuestro acuerdo”, y les diga “de primera mano si va a proponer otro candidato o no”. En función de cuál sea la respuesta, Cs tomará “decisiones de futuro”. Rivera incluso se mostró comprensivo con las dificultades que comporta cambiar de presidente autonómico, pero zanjó que “Sánchez se tiene que marchar”.

En el plano judicial, Rivera no quiso pronunciarse sobre las denuncias de presiones emitidas esta mañana por el fiscal superior saliente de Murcia, Manuel López Bernal, el hombre que promovió la acusación a Sánchez en el ‘caso Auditorio’, y se remitió a la comparecencia del fiscal general del Estado, José Manuel Maza, que ha solicitado Cs en el Congreso de los Diputados, para preguntarle entre otras cosas por el hecho de que López Bernal vaya a ser sustituido. No obstante, instó a éste último a que, si le constan presiones, “lo cuente”, porque es vital que la Fiscalía esté libre de cualquier sospecha.