En Idlib, a comienzos de esta semana la violencia dejó 30 muertos, entre ellos 16 niños. Algunos de los fallecidos eran desplazados que habían huido de los combates en Alepo, según señaló Unicef en un comunicado.

En los vecindarios de Al-Zahraa y Al-Waer en Homs, se ha informado de que los ataques dejaron cuatro niños muertos y al menos cinco heridos.

Según algunos informes, en East Ghouta (área rural de Damasco) tuvieron lugar ofensivas en las que también habría niños entre los fallecidos.

“Estos ataques parecen estar entre los más intensos desde el inicio del reciente cese de las hostilidades, el 30 de diciembre de 2016”, subrayó Unicef.

Esta agencia de la ONU volvió a hacer un llamamiento a todas las partes en el conflicto de Siria y a quienes tienen influencia sobre ellas para proteger la vida y el bienestar de los niños y proporcionar acceso inmediato e ilimitado en Siria a aquellos que necesitan atención médica y asistencia humanitaria.

“Matar y herir a niños es una grave violación de los Derechos de la Infancia. Esto debe parar de una vez por todas”, aseveró.