En una pregunta con posibilidad de responder varias opciones, los ciudadanos señalan también entre esos objetivos la lucha contra el paro (39,8%), contra la delincuencia (20,4%), contra las desigualdades sociales (16,4%), contra la subida de precios (15,9%), el control de la inmigración (15,5%), proteger el medio ambiente (10,1%), y mejorar la competitividad de la economía (4,1%).

Cuando se pregunta a los ciudadanos por los tres principales problemas de España, un 58,3 por ciento señala el terrorismo, y el 57,1 por ciento dice que el paro. Muy por debajo en esa escala sitúan la inmigración (18,8%), la inseguridad ciudadana (18,7%), la vivienda (16,5%), los problemas económicos (11,8%), y los políticos (11,1%).

Sin embargo, esos valores se alteran considerablemente cuando se pregunta a los ciudadanos por los tres problemas que másles afectan personalmente. El paro se sitúa en primer lugar (29,9%) seguido del terrorismo (20,4%), los problemas económicos (18,8%), la vivienda (16,1%) y la inseguridad ciudadana (13,8%).

Al responder si una serie de problemas mejorarán o empeorarán durante este año, los pesimistas superan a los optimistas en la inseguridad ciudadana, el terrorismo, las drogas, el paro, el medio ambiente y la vivienda. Los optimistas sólo superan a los pesimistas en la atención sanitaria.

Optimistas y pesimistas casi se igualan al evaluar la situación política general de España. Un 23,4 por ciento cree que es buena (22,1%) o muy buena (1,3%), mientras que un 22,5 por ciento opina que es mala (15,1%) o muy mala (7,4%), y el 45,7 por ciento la tacha de regular.

La mayoría, el 52,1 por ciento, cree que dentro de un año esa situación será igual, mientras que el 19,5 por ciento está convencido de que mejorará y el 14,4 por ciento, de que empeorará.

En cuanto a la situación económica, el 34,8 por ciento la ve buena (33,7%) o muy buena (1,1%), y el 12 por ciento cree que es mala (10%) o muy mala (2%). Para la mayoría, el 51,7 por ciento, es regular.

También la mayoría, el 56,7 por ciento, se muestra convencido de que esa situación será igual dentro de un año, mientras que el 18,8 por ciento cree que mejorará, y el 14,9 por ciento, que empeorará.

NO MUY RELIGIOSOS Y ALGO RACISTAS

Según se desprende de esta encuesta, los españoles creen que la sociedad española es democrática, está desarrollada económicamente, es conservadora pero también tolerante, y casi la mitad de los ciudadanos la considera conflictiva. Son mayoritarios los que la ven poco o nada religiosa, y empatan quienes creen que es muy o bastante racista y quiene dicen que lo es poco o nada.

Ante la pregunta de cómo será la sociedad española dentro de cinco años, los españoles creen que tendrá más desarrollo económico, será más tolerante, más democrática, menos conservadora y menos religiosa, y más o menos igual de conflictiva y de racista.

Los españoles ven a sus compatriotas muy tolerantes con las relaciones sexuales antes del matrimonio, algo menos con la homosexualidad y el aborto, y menos aún con el consumo de drogas ilegales y con las costumbres de los extranjeros o personas de otros grupos étnicos.

Esos mismos ciudadanos están convencidos de que dentro de cicno años habrá aumentado, y mucho, el número de inmigrantes, el de parados y el de parejas que conviven sin casarse, y algo menos el consumo de alcohol y drogas, y el tiempo dedicado al ocio. Por contra, creen que se reducirá el número de hijos por familia, y que la lectura y la violencia doméstica seguirán, más o menos, en los mismos niveles.

Avanzando aún más, preguntando a los ciudadanos por una visión global de lo que puede ser el siglo XXI, casi la totalidad, el 91,4 por ciento, cree que el paro seguirá siendo un problema importante, y muchos de ellos añaden, además, que las nuevas tecnologías no serán capaces de reducirlo.

Se muestran también de acuerdo con la previsión de que habrá más pobres y personas marginadas, no creen que se logre un adecuado reparto de los alimentos, y ganan por poco los que opinan que las mujeres tendrán la misma presencia que los hombres en todos los ámbitos de la sociedad.

De hecho, son mayoría los que creen que dentro de unos diez años habrá aumentado el hambre en el mundo, la probabilidad de conflictos armados en distintas zonas del planeta, el crecimiento democráfico de los países del tercer mundo, la contaminación del medio ambiente, y el terrorismo internacional.

PESE A TODO, SATISFECHOS

Pese a este incierto panorama que los españoles dibujan ante el futuro, el 74,9 por ciento de los ciudadanos se muestra bastante (65,3%) o muy (9,6%) satisfecho con la vida que lleva, frente a sólo el 9,8 por ciento que se declara bastante (8,4%) o muy insatisfecho (1,4%).

Cuando se pregunta por nivel económico de vida, el 76,8 por ciento se muestra satisfecho, y el 22 por ciento insatisfecho.

Esa satisfacción los españoles la obtienen, por este orden, de su salud o forma física, del tiempo libre del que disponen, de su forma o estilo de vida, del trabajo que realiza, de su vivienda, de su nivel educativo y, en último lugar, de los ingresos en su hogar.

La mayoría cree que todos estos aspectos se mantendrán, más o menos, en los mismos niveles que el pasado año, aunque algunos expresan su confianza en que sus ingresos vayan mejorando.

El 85,1 por ciento de los ciudadanos reconoce abiertamente que en su casa durante el pasado año se ahorró poco (45,6%) o nada (39,5%), y sólo el 12,4 por ciento ahorró bastante (11,5%) o mucho (0,9%).

También en este aspecto la mayoría, el 53,9 por ciento, vaticina que en el nuevo año ahorrará más o menos lo mismo, el 18,4 por ciento teme que será menos, y el 16,1 por ciento cree que podrá ahorrar más.

En conclusión, el 61,8 por ciento asegura que las cosas le han ido bien (55,6%) o muy bien (6,2%) durante el

La encuesta se redactó a partir de 2.458 entrevistas a ciudadanos de 167 municipios y 49 provincias formuladas entre los días 15 y 20 del pasado mes de diciembre.