Durante su comparecencia en la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados, señaló que España “sigue siendo sensible y vulnerable ante un repunte de los tipos de interés”, y que ello podría tener un “impacto negativo”.

Además, señaló que ese efecto se puede ver “agravado” si se genera “un diferencial adicional como consecuencia de cualquier elemento de desconfianza” sobre la economía española.

El responsable de Economía quiso dejar claro que el objetivo fundamental de su departamento es que España se financie en las “mejores condiciones posibles”, y alertó de que “si se deteriorasen dichas condiciones el impacto sería rápido, intenso y negativo en lo que es la actividad económica y la creación de empleo".

ELEVADO CRECIMIENTO

De Guindos destacó que España ha mostrado un crecimiento diferencial en 2016, con un alza del PIB del 3,2%, lo que supone que es “la que más crece de la zona euro”. En todo caso, subrayó que “lo que es más importante” es que el crecimiento va unido a “una sustancial creación de empleo”, pues el año pasado se crearon 415.000 puestos de trabajo.

Ello, destacó, se ha logrado en un ejercicio con un Gobierno en funciones, lo que refleja que “las medidas tomadas anteriormente han sido las adecuadas” y el “resultado de las reformas”.

La economía española “entra con velocidad de crucero en 2017”, indicó el ministro, quien agregó que “en el segundo trimestre habremos recuperado los niveles de PIB previos a la crisis”.

Afirmó que “es más importante que nunca no revertir las reformas”, como, recordó, también ha apuntado el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su último informe sobre España.

Según De Guindos, la economía española es ahora “más sostenible, equilibrada y robusta”. En todo caso, destacó la necesidad de “continuar con la estrategia reformista de los últimos años”, para alertar sobre el “impacto negativo de cualquier reversión” de las reformas.

COTEXTO INTERNACIONAL

El titular de Economía hizo un repaso también a la situación del contexto internacional, para apuntar que existen una serie de “riesgos a la baja”, entre los que se encuentran la “amenaza de un giro proteccionista” y el “auge de los nacionalismos y populismos”, que “puede tener impacto negativo en todos los países”.

Por ello, el ministro destacó la necesidad de que “la UE se reafirme como una zona de libre comercio”.

Por otra parte, señaló que aún es “difícil” prever el impacto del ‘Brexit’ a medio plazo y que también hay que tener en cuenta los efectos del “intenso calendario electoral en Europa” en este año.

A todo ello se une el repunte de la inflación, un endurecimiento de la política monetaria de los bancos centrales, alzas de los tipos de interés, elevado endeudamiento de la economía mundial y baja productividad.