Para Sánchez Faba, el voluntariado es uno de los ejes principales sobre los que se estructura la acción social de la institución humanitaria y ue en los últimos cinco años se ha doblado.

Según datos de Cáritas se observan dos tipos de voluntarios claramente diferenciados: por una parte está el voluntario ligado a las Cáritas Parroquiales, que es una persona mayor con una cualificación media-baja, y por otra el voluntario ligado a proyectos y programas que están fuera del ámbito parroquial, que es una persona más joven y, con frecuencia, universitarios y titulados medios y superiores.

El perfil del voluntario medio es el de una mujer ente 51 y 61 años, laica, posiblemente su trabajo se desarrolle en las Cáritas Diocesanas de Barcelona, Madrid o Cartagena-Murcia, que son las Cáritas con mayor número de mujeres voluntarias, seguidas de Santiago de Compostela, Mérida-Badajoz, Sevilla, Oviedo, Toledo, Valencia, Jaén y Bilbao.

Por comunidades autónomas, Madrid es la que cuenta con un mayor número de voluntarios 10.535 en total; seguida de Andalucía, 9.778; Cataluña, 8.592; Murcia, 5.000; Castilla y León, 4.545; Comunidad Valencaina, 4.247 Castilla-La Mancha, 3.771, y Galicia con 3.657.

Por edades, el mayor grupo lo constituye el que abarca la franja de los 51 a los 65 años, seguido de los que tienen entre 31 y 51 años, los mayores de 65 años y, finalmente, los menores de 21 años. Destaca el grupo de los que no han declarado su edad, casi 15.755 personas.