Visiblemente molesto, Bono se puso a tiro de los periodistas que le esperaban a la entrada de la reunión de la Junta de Portavoces de la Cámara Baja para responder directamente a la presidenta del PP en Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, que ayer volvió a exigirle explicaciones.

Bono recordó que su patrimonio y el de su familia es perfectamente conocido tanto por el fiscal general del Estado como por los portavoces parlamentarios, a los que les mostró su declaración de patrimonio hace dos semanas.

Por esa razón, y tras defender su honorabilidad, aventuró que alguien que está "con el agua al cuello en su comunidad autónoma" podría estar orquestando una "campaña de desprestigio" en su contra por ser "alguien conocido y con un nombre corto", con el único objetivo de "tapar sus verguenzas".

Bono insistió en que los portavoces parlamentarios conocen sus bienes, "los de mis padres que murieron, los de mis hijos... Probablemente no haya ningún político que haya hecho un destape de esa naturaleza y yo estoy agusto y contento".

Pero a todos aquellos que aún manifiestan dudas les preguntó: "¿Ustedes están dispuestos a dar el patrimonio de sus padres como ha hecho Bono?, ¿y el de sus hermanos?, ¿y el de sus hijos?, ¿y el de su cónyuge?".

Tras asegurar que todas las acusaciones que se le hacen son "cuentos y difamaciones", instó a los partidos a "reflexionar" sobre si "todos" los que se dedican a la política tendrían que hacer público su patrimonio y el de su sus familiares.

El presidente del Congreso se negó a responder a ningún aspecto concreto sobre lo publicado en los últimos días pero insistió en que si alguien "considera que hay algo ilícito, no tienen que someter a la tercera autoridad del Estado a una campaña de desprestigio.

"¡Que vayan al juez!, ¡que denuncien!, ¡que den la cara!, que no mientan, porque lo único que han hecho hasta ahora es una campaña para difamarme a mí y perjudicar a mi familia", remachó.