ETA. Los etarras de la T4 se comunicaban por silbidos para no ser identificados
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Los presuntos miembros del comando de ETA que reventaron la tregua atentando contra la T4 del aeropuerto madrileño de Barajas, se comunicaban entre sí por medio de silbidos para no ser identificados por el hombre al que secuestraron en un aparcamiento en el sur de Francia para cargar de explosivos su furgoneta y utilizarla en la acción criminal.
El secuestrado explicó hoy en la Audiencia Nacional que tres "encapuchados con pistolas" entraron dentro del vehículo donde él se encontraba y, tras identificarse como miembros de ETA, le pidieron tranquilidad y le aseguraron que para Navidad "estaría en casa".
Así lo aseguró en su declaración como testigo en la primera jornada del juicio que la Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional está celebrando contra los presuntos etarras Igor Portu, Mattin Sarasola y Mikel San Sebastián, acusados de ser los autores materiales del atentado, perpetrado el 30 de enero de 2006. El fiscal encargado del caso, Daniel Campos, solicita 900 años de cárcel para cada uno de ellos.
Además, el retenido añadió que uno de los etarras le ordenó mandar un mensaje de texto a su madre para que "no le echara de menos", por lo que el secuestrado escribió diciéndole que "llegaría más tarde porque estaba con unos amigos".
Por otro lado, expresó que sólo se comunicaba con uno de los secuestradores, quien únicamente se dirigía a él en castellano y siempre encapuchado, por lo que no pudo reconocer a ninguno de los miembros que le tenían retenido.
Tras tres días de secuestro, los presuntos etarras le dieron una radio y le dijeron que cuando fueran las once de la mañana se dirigiera al pueblo más próximo y contara ante la Guardia Civil lo acontecido. Cuando quedó libre, el atentado ya se había producido.
POLICÍAS HERIDOS
Uno de los policías que intervinieron en el desalojo del aeropuerto tras recibir la llamada de aviso de ETA, relató durante el juicio que, a consecuencia del atentado, actualmente se encuentra jubilado porque "aún" sigue recibiendo tratamiento "neurológico y psicológico".
"Tenía cortes, dolores fuertes en los oídos, y eso me produce fuertes mareos", añadió, por lo que ahora no puede "trabajar en nada" y rememora "todos los días" lo sucedido el día de la explosión.
Asimismo, otro policía que estuvo presente desalojando a los transeúntes que se encontraban en las proximidades del aeropuerto resultó herida y sufrió un esguince cervical.
Además, "no sabía que estaba embarazada", dijo, por lo que como consecuencia de las heridas tras la explosión tuvo una gestación "de riesgo", y posteriormente, fue operada a consecuencia de una hernia discal, por lo que le implantaron una prótesis.
Al inico del juicio, los tres presuntos etarras se negaron a declarar ante el tribunal por "no querer participar en una farsa y no reconocer a este juzgado fascista", dijo Mattin Sarasola.
La vista oral se retormará mañana a las 09.30 horas con declaraciones de más testigos "si Instituciones Penitencias lo permite", dijo el presidente del tribunal, Alfonso Guevara, en referencia al retraso en el traslado esta mañana de los tres acusados y que provocó que el juicio comenzara con 45 minutos de retraso.
(SERVIMEDIA)
03 Mayo 2010
AGV/DCD/lmb