Según informó este lunes la agencia, de los 618 productos, 96 fueron detectados en frontera y se rechazó su importación, mientras que otros 360 fueron retirados del mercado y prohibida su comercialización. En los 162 restantes, fue el propio fabricante quien, como obliga la normativa, comunicó a las autoridades de consumo la existencia de posibles riesgos en sus productos y adoptó las medidas necesarias para paliarlos.

Juguetes (212), vehículos y accesorios (125) y productos eléctricos (66), son los que reúnen mayor número de notificaciones, dados los requisitos exigidos por la normativa que los regula así como del seguimiento que los propios productores efectúan en sus productos y, en el caso de juguetes, por la especial vigilancia a que están sometidos por los servicios de inspección al estar dirigidos a una población vulnerable.

Por último, en cuanto al país de origen del que procedían estos productos, China encabeza la clasificación con 336 alertas, seguida de España con 31 y Francia con 22. Por otro lado, el resto de países no supera la veintena de artículos, aunque hay otros 104 productos de los cuales se desconocía su procedencia.