Policías del servicio preventivo de la delincuencia establecido con motivo de las fiestas navideñas detectaron a un individuo en actitud sospechosa mientras circulaba por una calle de la ciudad andaluza.

Los agentes localizaron entre sus pertenencias numerosos comprimidos de sustancias que pueden ser utilizadas como excipientes para fabricar dosis de diversas sustancias estupefacientes, además de un queso de un kilogramo de peso.

Los policías, ante la actitud nerviosa del hombre y dado que no facilitaba datos coherentes sobre las sustancias que portaba, procedieron a comprobar el interior del queso y descubrieron que estaba relleno de una sustancia que parecía ser cocaína.