Así lo explicó a Servimedia el presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen de la Uva del Vinalopó, José Bernabéu Cerdá, quien lamentó que los temporales del mes de diciembre acabaron de estropear la campaña.

“Cada día la merma es mayor y el daño se va viendo más”, añadió Bernabéu, quien explicó que la uva de Nochevieja necesita tiempo seco y viento de poniente.

La variedad aledo es la más tardía de toda Europa y, como el resto de uvas del Vinalopó, se cultiva dentro de una bolsa de papel para protegerla de las agresiones de aves, insectos, pesticidas y de las inclemencias meteorológicas, retrasando la maduración. Su producción habitual se sitúa en las 50.500 toneladas.

SE MANTIENE LA CALIDAD

En cuanto a la calidad, señaló que “es buena” y apuntó que las condiciones adversas “solo han afectado a la cantidad pero no a la calidad, ya que la Denominación de Origen efectúa las correspondientes inspecciones de las partidas y solo llega al mercado el producto que está en condiciones”.

En cuanto al coste para el consumidor, Bernabéu apuntó que, “como el resto de productos, el precio está sujeto a la oferta y la demanda”. Así, “si se diera el caso en que hubiera demanda y como consecuencia de eso la capacidad de suministrar el producto, que ha sufrido una merma, no da para abastecer todo, cabe la posibilidad de que suba un poco”, subrayó.

Por último, Bernabéu comentó que el precio pagado a los productores durante esta campaña ha oscilado entre 60 y 80 céntimos por kilo, precio que se sitúa en los valores medios de los últimos años.