El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, inauguró esta feria, que nació en 1977 con el propósito de "sacar a la calle libros insólitos, reservados y de impacto", y "crear un gremio de libreros de lance en Madrid".

Celebrar su trigésimo cuarta edición es síntoma, en palabras de Gallardón, "de la verificación de aquellos deseos". Para el alcalde, aunque el libro lleva sufriendo el plagio, la copia y la competencia de otros medios desde hace siglos, hoy sigue siendo el principal soporte de conocimiento.

"Nos equivocamos si pensamos que todo está en la red". "No se trata de rivalizar", puntualizó, "sino de ser conscientes de qué nos ofrece y de qué podemos encontrar en cada fuente de conocimiento. Arrinconar o desechar el libro, y más en concreto al antiguo y de ocasión, es renunciar a un mundo de aventuras y sabiduría gestado durante siglos".