Díaz hizo esta afirmación en el acto que los socialistas celebraron en la capital jienense para conmemorar los diez de la aprobación de la Ley de Dependencia, que fue aprobada por las Cortes cuando Zapatero era jefe del Ejecutivo.

En su intervención, la presidenta andaluza aseguró que los socialistas deben estar “orgullosos” de su pasado por leyes como la de dependencia, puesto que es una norma que “revolucionó” los servicios sociales. Además, acusó al PP de haber intentado “desmontarla” desde 2011 y de actuar con “crueldad” con decisiones como sacar a los cuidadores de dependientes de la Seguridad Social.

La mandataria autonómica defendió que la norma sobre dependencia impulsada por Zapatero demuestra que los socialistas no son “iguales” al PP, partido del que dijo que son “autónomos”, como también aseguró que lo son respecto a Podemos.

“TIEMPO NECESARIO” PARA EL CONGRESO

Asimismo, Díaz reivindicó que su partido está haciendo una oposición “útil” tras facilitar con su abstención la investidura de Mariano Rajoy, algo que dijo que ha permitido, desde entonces, derogar la Lomce o subir el salario mínimo un 8%.

Esta situación, según la presidenta andaluza, supone que “el PSOE está fuerte, se ha levantado y está dispuesto a dar la talla para responder a lo que quiere la gente de nosotros”.

Respecto al próximo congreso de los socialistas, Díaz sostuvo que “no va a ser un congreso cualquiera”, sino que debe convertirse en “un punto de inflexión para cambiar para ganar”. Defendió que esto pasa porque su formación actúe con “unidad” y “no se mire al ombligo”, sino a la sociedad.

Por lo que se refiere a cuándo deben los socialista celebrar este encuentro plenario, la presidenta andaluza dijo que “pero para hacer bien un congreso, para mover este buque (del PSOE), que es una gran nave, hace falta tener las ideas claras para la travesía”. Añadió que confía en sus “compañeros” que ahora dirigen la formación, en referencia a la Gestora, pero defendió que para cerrar bien esta cita interna se requiere “saber el tiempo necesario y el rumbo que se le pone”, puesto que “ningún viento es bueno si uno no sabe dónde le lleva”.