Así consta en el informe preliminar elaborado por el Fondo tras la visita de los técnicos del organismo a España para analizar y supervisar las medidas adoptadas por el Gobierno.

En este sentido, la institución insiste en que las recientes reformas del mercado laboral en España "podrían ser más eficaces si se ofrece una mayor seguridad jurídica y administrativa a las empresas en materia de despido".

Además, el FMI reclama conceder un mayor margen de control y flexibilidad en materia de condiciones de trabajo a las empresas.

Pero el organismo reconoce que gracias a las reformas en el empleo, el mercado laboral es "más resistente" a los shocks, y se ha registrado una "moderada" reducción de la dualidad y del desempleo estructural.

Sin embargo, prosigue el FMI, la mayor parte de los nuevos empleos son de carácter temporal, y la dualidad del mercado de trabajo "acentúa especialmente la volatilidad del empleo e inhibe la inversión en capital humano y la productividad de los trabajadores".

Por ello, el FMI recomienda a España que haga "más atractivos" para los empleadores los contratos indefinidos para abordar así el reto que supone la dualidad del mercado laboral español.

Junto a ello, el organismo internacional manifiesta que los subsidios a la contratación podrían concentrarse y asignarse "más eficazmente".

PARADOS DE LARGA DURACIÓN

En opinión de los técnicos del FMI, la reducción del desempleo, sobre todo el de larga duración y el juvenil, "sigue siendo un reto capital".

Pese a que la tasa de desempleo ya se ha reducido en ocho puntos porcentuales desde su nivel más alto, sigue siendo "muy elevada", situándose en torno al 19%.

Otro de los puntos débiles del mercado laboral española para el FMI es que casi el 60% de los desempleados, muchos de ellos de escasa cualificación y procedentes del sector de la construcción, han estado desempleados durante más de un año.

Así, una "prioridad inmediata" sería promover la creación de empleo para los desempleados de larga duración y los jóvenes de baja cualificación. "El impacto sobre estos dos grupos de las políticas activas de empleo ha sido limitado y urge su mejora, sobre todo a través de una mejor coordinación con los gobiernos autonómicos, en algunos casos ya iniciada", señalan.