Según informa la Asociación El Defensor del Paciente, el bebé nació el 15 de mayo de 2005 y se encontraba bien de salud. Sin embargo, el 4 de julio de ese mismo año, comenzó a sufrir un cuadro de tos, por lo que sus padres acudieron a su centro de salud de Plasencia con el fin de que lo examinara su pediatra, quien prescribió ‘Apiretal’ para bajar la fiebre.

A los dos días regresaron de nuevo porque el cuadro que presentaba el bebé era aún más grave, prescribiéndosele esta vez ‘Ventolín’ nebulizador y ‘Apiretal’ para la fiebre.

El 9 de julio, el pediatra remitió a los padres del niño al ambulatorio a fin de que se le realizaran unas radiografías para ver si tenía afectado el pulmón. Como el tratamiento que se le prescribió a continuación no mejoraba el estado del pequeño, lo trasladaron al Hospital Virgen del Puerto de Plasencia, donde fue diagnosticado de bronquiolitis.

Durante los dos días siguientes, en los que el bebé estuvo ingresado en dicho centro, a los padres les dijeron que el proceso era normal, pero la madrugada del 11 al 12 de julio empeoró gravemente.

Un día más tarde, a la vista de los resultados de la analítica efectuada, el niño fue trasladado de inmediato al Hospital Doce de Octubre de Madrid, donde finalmente fue diagnosticado de tos ferina y ya no se pudo hacer nada para salvarle la vida.