Gil Tamayo hizo esas declaraciones a la prensa tras la inauguración este lunes de la 108ª Asamblea Plenaria del Episcopado y en referencia a la carta pastoral 'Misericordia et misera' publicada por Francisco con motivo de la clausura del Jubileo de la Misericordia.

El portavoz recordó que el Papa sostiene que se cierra la puerta santa del Jubileo de la Misericordia pero no la de la misericordia de Dios: "La misericordia de Dios no tiene cerrada la puerta para nadie. La misericordia de Dios continúa y el papa quiere que los sacerdotes lleven a cabo ese ejercicio de la misericordia, para que nadie pierda la esperana de que Dios le perdona", aseveró.

En la carta, Bergoglio anuncia que prosigue vigente la licencia que dio a todos los sacerdotes de perdonar, entre otros, el pecado del aborto, durante el Año Santo, licencia sólo permitida antes a los obispos, que también se encargaban de poner la pena por este pecado causa de excomunión.

Para el portavoz del Episcopado español, en ese texto el Papa "enfatiza la gravedad de ese pecado, porque es matar a un ser inocente", pero agrega que "en la misericordia de Dios no cabe ningún pecado" y que "está abierta a perdonar siempre y a todos".

"Y por eso extiende esa autorización y es privilegio que había dado a los sacerdotes de todo el mundo, especialmente a los 'misioneros de la misericordia', para pedonar el pecado y la pena de procurar un aborto", dijo el secretario general.