Según informó la organización a través de un comunicado, el 1 de enero comenzará a aplicarse el 100% del Impuesto sobre Gases Fluorados, que permanece congelado desde que se presentara una enmienda a los Presupuestos de Estado hace un año y se decidiera mantener el tipo impositivo.

De este modo, durante el actual ejercicio se aplica el resultante de multiplicar los gravámenes por el coeficiente del 0,66, tras la demanda de la industria, que alertó de que se enfrenta a una "intensa pérdida de competitividad" debido al mercado negro paralelo que se ha creado desde la puesta en marcha del impuesto.

Esta enmienda no se aplicará el año que viene, cuando se recuperará la totalidad del impuesto.

Por ello, la asociación insistió en pedir al nuevo Gobierno que derogue el tributo o, como mínimo, lo mantenga en el 0,33 del tipo impositivo vigente en 2014. De lo contrario, el sector advirtió de un "gran impacto" y de una "seria contracción".

Para el presidente de Aefyt, Roberto Solsona, "se hace urgente la derogación del Impuesto sobre Gases Fluorados, ya que, a partir del año 2017, este impuesto será totalmente inviable para las empresas. Hay que tener en cuenta que muchos de los gases disponibles utilizados en la actualidad se verán gravados por un impuesto que supone hasta ocho veces más que el propio valor del gas".