La talidomida es el principio activo usado en un fármaco recetado a las embarazadas en las décadas de los 50 y 60 para combatir las náuseas propias de la gestación, cuyo uso provocó el nacimiento de miles de niños con malformaciones en varios países.

El consejero de Salud andaluz, Aquilino Alonso, y la consejera de Igualdad y Políticas Sociales, María José Sánchez Rubio, hicieron entrega de los certificados de inscripción en el registro de talidomida de Andalucía.

Estos se han realizado tras la solicitud de las personas afectadas y según la evaluación clínica realizada por las unidades médicas de la Inspección de Servicios Sanitarios de Andalucía, a partir de un protocolo elaborado con la Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias de Andalucía.

Alonso destacó que esta inscripción permitirá “garantizar un mejor seguimiento individual, según las necesidades y particularidades de cada una de las personas afectadas”, a la vez que supone un reconocimiento oficial de cara a posibles acciones ante los tribunales.

El consejero se refirió al hecho de que las indemnizaciones exigidas hasta el momento han sido denegadas debido a que se ha considerado que los hechos han prescrito, pese a lo cual “se puede continuar buscando caminos para hacerlas posibles, como ha ocurrido en otros países y como se ha reconocido en las propias sentencias, estableciendo daños tardíos no prescritos”.

“SE HACE JUSTICIA”

El consejero agradeció también la colaboración e implicación de la Asociación de Víctimas de la Talidomida en España (Avite), con quien “se ha mantenido un diálogo constante y un trabajo conjunto y comprometido, que es la mejor manera de avanzar en la buena dirección, para dar respuestas adecuadas a las necesidades reales”.

Por su parte, la titular de Igualdad y Políticas Sociales, María José Sánchez Rubio, recalcó la importancia del registro, con el que “se hace justicia con un colectivo que ha recibido muchos reveses” en las casi seis décadas que lleva luchando.