En una entrevista en RNE recogida por Servimedia, Garzón explicó que cargos públicos y militantes de Izquierda Unida, de Podemos y de otras formaciones han pasado la noche frente al CIE de Aluche para apoyar a los internos que se han rebelado contra una situación “inhumana” y para evitar que el motín acabe, como sucedió en Valencia y en Murcia, con “represalias” y “palizas” que han estado “a la orden del día”.

Garzón considera “inhumano” encarcelar a personas que no han cometido ningún delito y que simplemente “han nacido fuera de nuestras fronteras” y subrayó además que esos centros incumplen la normativa internacional, porque son como cárceles incluso en la apariencia. Cree por ello que lo ocurrido en Madrid tiene que abrir una reflexión que culmine en su cierre.

La prueba de que en la práctica son prisiones, dijo Garzón, es que a pesar de ser diputado elegido por esa provincia siempre se le denegó la entrada en el CIE de Málaga, que finalmente cerró después de décadas de lucha política y vecinal.

En esos centros, insistió, se cometen “todo tipo de barbaridades” y muestra de ello es que hay “muchos juicios por abusos policiales”.