EL 64% DE LAS MUJERES INMIGRANTES SON EMPLEADAS DE HOGAR
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El 64 por ciento de las extranjeras con permiso de trabajo en vigor en nuestro país trabajan como empleadas de hogar, según el estudio "La migración hacia España de mujeres jefas de hogar", publicado por el Instituto de la Mujer, dependiente del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.
Según el estuio, el aumento de la oferta española de empleo doméstico se debe a una doble causa: la mayor demanda en hogares de clase media, donde la mujer se ha ido incorporando al mercado laboral, y el rechazo a este empleo por parte de las españolas, que buscan ocupaciones más cualificadas y mejor remuneradas.
El trabajo doméstico proporciona a la inmigrante un empleo más estable que los del varón inmigrante, aunque menos diversificado y más concentrado territorialmente: Madrid acoge al 50% de las empleadas extanjeras.
Además, el informe refleja los distintos estadios por los que ha pasado la migración femenina, primeramente ignorada como actora económica y social, debido al modelo familiar patriarcal, pasando por el papel pasivo de acompañante o reagrupada del migrante varón, hasta llegar a ser protagonista de la migración.
Así, la mujer inmigrante se ha convertido en parte activa del desarrollo, a la vez que jefa de hogar como principal soporte económico de la familia, ya sea reagrupada en el país deacogida o en su lugar de origen.
El estudio, que recoge datos estadísticos de los ministerios de Trabajo y de Interior, constata que "lejos del estereotipo de migrante reagrupada e inactiva, la migración regular de mujeres africanas, latinoamericanas y asiáticas está casi en un 50 por ciento compuesta por trabajadoras".
Otro dato que destaca del informe es que el 70 por ciento de las mujeres inmigrantes son solteras, viudas o divorciadas y, por tanto, han emigrado con independencia de los hombres
El estudio concluye que las mujeres inmigrantes en España no son un reducto marginal del sistema, sino parte integrante del mismo, que contribuye, de manera activa, a su reproducción.
Finalmente, señala que la inmigración de mujeres a España retroalimenta el desigual reparto de tareas o roles entre los sexos, lo que perpetua la división clásica del trabajo entre hombres y mujeres en la sociedad.
(SERVIMEDIA)
23 Ago 1999
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