Este sistema pretende dar una respuesta a las necesidades de acogida y atención de grupos desfavorecidos de la población (menores, minusválidos y personas mayores).

Mantener a la persona mayr en su propio entorno social, ampliar la oferta de servicios de alojamiento alternativos y favorecer los lazos de solidaridad de la población son los objetivos que persigue este servicio.

Al programa pueden acogerse todas aquellas personas mayores de 60 años que sean pensionistas, naturales de algún municipio de Guipúzcoa o empadronados en alguno de ellos desde hace dos años y no mantengan ningún vínculo de parentesco con la familia que le acoge.

La familia acogedora debe estar integrada por miebros con buena salud y con aptitudes para atender a personas de la tercera edad. Además, deberán tener una edad comprendida entre 25 y 60 años.

También la vivienda debe estar dotada de las adecuadas condiciones higiénicas y de salubridad y disponer de una habitación individual para el anciano acogido.

La estancia del anciano en estos hogares puede ser tamporal o indefinida, dependiendo de las circunstancias que rodeen a cada persona.

La familia recibe una ayuda que oscila entre las 80.000 y as 96.000 pesetas y el anciano tiene que aportar el 50 por ciento de sus ingresos o pensión.

Esta modalidad, que funciona desde hace muchos años en Francia, Estados Unidos y Yugoslavia, ha sido aplicada recientemente en la Comunidad Autónoma de Madrid (CAM) a través de la Consejería de Integración Social.

La CAM firmó un convenio de colaboración con Cruz Roja, entidad que se hace cargo de la captación y selección tanto de ancianos como de familias dispuestas a acogerlos.