En una entrevista en Tele 5 recogida por Servimedia, Fernández tuvo que hacer equilibrios para explicar el reciente cambio en los mensajes de los dirigentes socialistas sin mostrarse al mismo tiempo muy crítico con la dirección anterior, encabezada por Sánchez.

Según trató de exponer, cuando ese gobierno alternativo “se revela como falso es muy recientemente”, y hasta ahora los socialistas aún tenían esperanzas de “convencer” a sus potenciales aliados. Además, apuntó, “tampoco quieres interferir en la forma en que está llevando el tema la dirección”.

Fernández reconoció que su predecesor al frente del PSOE “nunca esgrimió” la posibilidad de un pacto con independentistas, y explicó que así se lo hizo saber personalmente y que él le cree. La otra alternativa, la del pacto con Ciudadanos y Podemos, “se ha demostrado inviable desde el momento en que los dos se declaran antitéticos y no la han considerado viable”.

El presidente de la Gestora sí dejó caer una crítica a la anterior dirección al señalar que “antes se había profundizado mucho en el total y absoluto” al PP. “Era tan contundente la posicion que estabamos manteniendo de rechazo al PP, y está tan en la médula del PSOE, que costaba afrontar un debate que no hicimos porque había alternativas más o menos verosímiles”, abundó más tarde.

“Ahora encontramos que la alternativa no es otro gobierno en el que pudiéramos estar nosotros, sino unas terceras elecciones”, lamentó; unas elecciones que “la gente no quiere y a las que nosotros iríamos como culpables” de su celebración. Entre otros, para un 30% de los votantes socialistas, que, según las encuestas, rechazan también tener que volver a las urnas.

VOTANTES Y MILITANTES

“Pienso más en nuestros votantes que en nuestros militantes”, explicó Fernández ante la dicotomía entre si hay que deberse más a los afiliados del PSOE o a los ciudadanos que, sin militar, podrían hacerle ganar unas elecciones.

Por todo ello, y aunque aplazo al Comité Federal para verbalizar su posición al respecto, volvió a evidenciar que la abstención en la investidura de Rajoy le parece la opción menos mala.

“Abstenernos no es apoyar”, aclaró el presidente de la Gestora, subrayando que “puedes abstenerte y estar totalmente en contra de las políticas” del PP. No obstante, admitió que “el drama del PSOE es que todas las soluciones pasan por el PSOE y ninguna es buena para el PSOE”, puesto que, en definitiva, se trata de “gestionar lo que ha sido un fracaso”. Con resignación, explicó que “la política exige convivir con la decepción”.

La decisión final, reiteró, la tomará un Comité Federal para el que aún no puso fecha, si bien reconoció que el domingo 23 “puede ser un día”. Antes, hablará con todos los dirigentes territoriales socialistas pero de uno en uno. No porque “cada uno piense de una manera”, lo que dio por supuesto, sino por ser “más operativo” por cuestiones de agenda de los barones.

Una vez tomada la decisión, Fernández confía en que el partido “siempre ha sido muy respetuoso” con lo decidido por su máximo órgano entre congresos para que todos los diputados respeten la disciplina de voto.