Anecpla explicó que las estimaciones de SEO/Birdlife calculan que la población de este tipo de ave invasora asciende hasta los 27.000 ejemplares, estando la mayoría de ellos distribuidos en ciudades y territorios de climatología cálida. Se calcula que casi la mitad se encuentran en Madrid.

Las cotorras están consideradas una especie invasora que origina importantes daños a su alrededor cuando no están controladas. Este tipo de ave puede ser transmisora de diferentes enfermedades tanto para la fauna como para el ser humano, como por ejemplo la psitacosis, una dolencia con síntomas similares a los de la neumonía.

Además, las colonias de gorriones, con quienes compite a la hora de buscar el alimento, ha decrecido en torno a un 7% de media en toda España, ya que la superioridad física, de volumen, fuerza y resistencia de vuelo de las cotorras es considerablemente superior.

La asociación advirtió de que la ausencia de medidas de control para atajar el problema por parte de las administraciones puede agravar considerablemente la situación, ya que pone al año una media de 5 o 6 huevos en primavera, lo que resultaría suficiente para acarrear un incremento exponencial de las colonias con hasta 20.000 ejemplares más cada año.

Por todo ello, Anecpla instó a la Administración a que adopte medidas de control profesional y permanentes en el tiempo que pongan fin al constante aumento de esta especie invasora, como por ejemplo el control y la retirada de huevos en la época de anidación, así como la captura y reducción del número de ejemplares adultos.

Por último, señaló que “sólo con la intervención de empresas de control de plagas y sanidad ambiental especializadas en aves, que cuentan con los medios técnicos necesarios y con profesionales debidamente formados e informados, se puede alcanzar una gestión sostenible de esta situación”.