En torno a 950.000 familias tienen hijos con discapacidad en el Reino Unido, según las estadísticas oficiales, sin embargo los autores del estudio creen que esa cifra podría elevarse 1,2 millones.

La investigación señala que la incidencia de la discapacidad infantil es superior entre familias con menores rentas, que como media tienen unos ingresos mensuales 230 euros por debajo que las que no se encuentran en esa situación, aunque precisarían que sus percepciones económicas fueran un 18% más elevadas para afrontar las necesidades de sus hijos con discapacidad.

Asimismo ,el estudio añade que el nivel de endeudamiento de estas familias es más elevado, y con mayor frecuencia tienen dificultades para el pago de impuestos municipales, recibos de agua y teléfono y no pueden permitirse tomar vacaciones anuales, o cubrir necesidades básicas.

“Resulta difícil decir si los bajos ingresos son la causa o la consecuencia de que en una familia haya hijos con discapacidad, aunque sí sabemos que una dieta pobre y unas condiciones de vida estresantes incrementan el riesgo de parto prematuro y bajo peso de los recién nacidos, lo que puede favorecer ciertas discapacidades”, asegura Clare Blackburn de la Escuela de Estudios Sociales y Sanitarios de la Universidad de Warwick.

“Los niños con discapacidad precisan más pañales y sus familias tienen más dificultades para poder trabajar, ya que existen pocos servicios especializados para cuidar de sus hijos. Estos hogares dependen en mayor medida de las pensiones y ayudas sociales”, añade la experta.

Por ello, organizaciones para la lucha contra la pobreza como Elizabeth Finn Care, denuncian la supresión de ayudas para personas con discapacidad en el Reino Unido, como las destinadas al pago de la calefacción.