“Producción, almacenamiento, transformación, distribución… Los alimentos se desperdician en toda la cadena. Como parte integrante de ella, en Eroski nos hemos propuesto no desperdiciar ningún producto alimenticio apto para el consumo. Se trata de un propósito íntimamente ligado a nuestra vocación por una relación responsable con el entorno que forma parte de nuestro modelo de gestión empresarial”, señaló el director de Responsabilidad Social de Eroski, Alejandro Martínez Berriochoa.

Los alimentos donados son productos que Eroski retira de sus lineales para cumplir con su compromiso de frescura máxima con sus clientes, o bien cuyo envase presenta una pequeña deficiencia como puede ser una abolladura o rotura de embalaje que impide su venta.

“Todos los alimentos donados están siempre dentro de la fecha de caducidad o de consumo preferente y en perfecto estado para su consumo”, detalló Martínez Berriochoa.

La cadena de distribución inició en 1996 su colaboración con los Bancos de Alimentos con el fin de ayudar a colectivos desfavorecidos y personas en riesgo de exclusión social. Así nacieron ese año las campañas ‘Operación Kilo’ de recogida de alimentos en sus tiendas.

Posteriormente inició su programa de donación de alimentos envasados cercanos a su fecha de consumo preferente pero todavía aptos para su consumo. Hoy este programa continúa vigente con el compromiso 'Desperdicio Cero’ de no tirar ningún alimento que sea apto para el consumo en toda su red de hipermercados y supermercados. Más recientemente, con el inicio de las primeras consecuencias de la crisis económica, el programa se extendió también a los alimentos frescos.

La cooperativa colabora actualmente con cerca de medio centenar de organizaciones socialmente responsables de toda España.