Esta nueva asociación, cuyos estatutos se redactaron en base a estrictos criterios de transparencia y pluralidad, agrupa no solo a la mayor parte de las entidades miembro de la extinta Confederación del Taxi España, sino a otras nuevas asociaciones que han decidido sumarse a este proyecto de entidad nacional.

Julio Sanz, presidente a su vez de la Federación Profesional del Taxi de Madrid, será el presidente de esta nueva confederación, tras haber sido elegido por unanimidad por el resto de miembros debido a su “más que probada experiencia en las mesas nacionales del transporte”, entre otros aspectos.

Gabriel Moragues, de la Federación Independiente de Islas Baleares, rechazó el cargo de presidente que le ofreció el pleno de los asistentes antes de nombrar a Sanz, y será su vicepresidente. Por otra parte, Fernando del Molino, de la Confederación de Autónomos del Taxi de la Comunidad Valenciana, y Olivia Rodríguez, de la Federación Costa del Sol, ostentarán los cargos de tesorero y secretaria, respectivamente.

La entidad ha sido creada para continuar con la defensa del modelo actual del sector del taxi y del Reglamento de Ordenación de los Transportes Terrestres (ROTT) frente al contencioso presentado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) contra las limitaciones a los vehículos de arrendamiento con conductor (VTC).

También trabajará para favorecer el desarrollo de normativas que protejan la actividad de los taxistas y para frenar “la situación de abandono y pérdida de condiciones laborales y sociales que ha venido sufriendo el sector en los últimos años”.

Asimismo, luchará para que estos profesionales tengan reconocidas las enfermedades profesionales que correspondan como consecuencia de su actividad laboral y puedan disfrutar, si lo desean, de una jubilación anticipada.

Además, combatirá el intrusismo y la competencia desleal, así como contra el acoso que sufre el sector por parte de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).