Investidura. Rajoy pide "consenso y responsabilidad" para desbloquear la situación o "no podrá haber ni gobierno ni oposición"
- Avisa al PSOE de Pedro Sánchez de que "todos somos corresponsables" porque la alternativa es celebrar elecciones por tercera vez en un año
- Pide "anteponer el interés de todos al particular" para que España tenga un gobierno "estable, duradero, sólido y tranquilizador"
- Asegura que la suya es la "única opción razonable" frente a una amalgama "de mil colores, radical e ineficaz"
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El presidente del Gobierno en funciones y aspirante a la reelección, Mariano Rajoy, pidió este martes "consenso y responsabilidad" al resto de los partidos políticos durante su investidura para poder desbloquear la situación política de España, con un Ejecutivo en funciones desde hace más de ocho meses, y advirtió de que en caso contrario "no podrá haber ni gobierno ni oposición".
Rajoy comenzó su discurso de investidura ante el Pleno del Congreso de los Diputados aduciendo los tres motivos que le han llevado en esta ocasión a aceptar el ofrecimiento del rey Felipe VI frente a su rechazo el pasado mes de enero. Ahora, resaltó, "España necesita un gobierno con urgencia", los españoles han ampliado su "preferencia por el PP" con 14 escaños más en las elecciones generales del 26 de junio y "no existe una alternativa razonable".
Con una intervención de casi hora y media de duración, Rajoy esgrimió que el resultado de esta investidura es una "responsabilidad compartida" entre todos los partidos políticos porque en caso de rechazarse puede conducir a España a celebrar nuevas elecciones el 25 de diciembre y, por ello, manifestó que "nadie debe manifestarse indiferente" ante esta circunstancia, especialmente tras los comicios del 20 de diciembre de 2015 y la repetición del 26 de junio de 2016.
Rajoy pidió a los partidos que han manifestado su deseo de quedarse en la oposición que ayuden a que sea posible porque "o colaboramos para crearlo o no no podrá haber ni gobierno ni oposición". Aseguró que España atraviesa una "situación excepcional" y se enfrenta en estos momentos a "una de las más graves encrucijadas" de los últimos 40 años de Historia porque tiene un Gobierno en funciones desde diciembre con las competencias limitadas y que, entre otras cosas, le impiden aprobar el techo de gasto para el conjunto de las administraciones públicas en 2017 y los Presupuestos Generales.
El líder del PP lanzó un guiño especial al PSOE de Pedro Sánchez, al que sin embargo no citó de forma explícita, al entender que la "responsabilidad" de desbloquear esta situación de paralísis "compromete especialmente a quienes desde el Gobierno de España hemos contribuido a engrandecer nuestro país" durante cuatro décadas de democracia. "Si no lo hacemos será exclusivamente porque nos falte la voluntad", apostilló.
"CONSENSO" FRENTE A LA "ANOMALÍA"
Por eso, pidió "ponernos todos al servicio del consenso" para facilitar su investidura con la advertencia de que es "inaplazable" aprobar de inmediato algunas medidas, como un techo de gasto para el conjunto de las administraciones públicas en 2017 y unos nuevos Presupuestos Generales para el próximo año que cumplan con el nuevo objetivo de déficit consensuado con Bruselas.
En este sentido, alertó de las "consecuencias" negativas que puede acarrear prolongar durante más tiempo la "anomalía" de inestabilidad política y la existencia de un Gobierno en funciones. Recalcó que es "urgente" tener un nuevo Ejecutivo y manifestó que la única posibilidad es la que encabeza por ser "la más respetuosa" con lo que votaron los ciudadanos el pasado 26 de junio "salvo que alguien pretenda juguetear de nuevo con la paciencia y el interés de los españoles o repetir las elecciones".
Rajoy se presentó como la "única opción razonable" para dirigir España, convencido de que no hay otra alternativa porque la suma de PSOE, Podemos y los partidos nacionalistas supondría una amalgama "de mil colores, radical e ineficaz".
Apostó por un "gobierno moderado que continue la actividad emprendida" la pasada legislatura y que no pierda más tiempo, dado que apostar por otra alternativa supondría "perder un año en ponerse al día y resolver sus contradicciones internas" por la varieda de colores políticos que tendría.
EL EMPLEO, LO PRIMERO
Rajoy explicó que la política económica, y en particular la creación de empleo, es su prioridad absoluta para esta legislatura manteniendo las reformas aprobadas la pasada legislatura porque han permitido "dar la vuelta a la situación" y porque "gracias a esas políticas hemos logrado la salida de la crisis más profunda".
Esgrimió como prueba que, en cuatro años, España ha pasado de la recesión al crecimiento hasta tener un PIB que es "casi el triple" de la media de la UE, que ha reducido el paro en medio millón de personas cada año, que ha aumentado el crédito para particulares y pyme, que ha disminuido los tipos de interés a mínimos e incluso conseguir que en algunos tramos "nos pagan por nuestra deuda pública", y que ha conseguido una inflación negativa "que preserva el poder adquisitivo de la gente".
El líder del Partido Popular sacó a relucir en este punto alguna de las medidas pactadas con Ciudadanos en el acuerdo de investidura, como mejorar el apoyo a los emprendedores, extender a un año la tarifa plana de 50 euros de cotización para los nuevos emprendedores, y elevar hasta el 2% del PIB la inversión en I+D+i hasta el año 2020.
En materia económica y social, Rajoy se comprometió a que una de sus primeras medidas si repite al frente de La Moncloa será poner a trabajar a la Comisión del Pacto de Toledo para buscar una solución al problema de futuro de las pensiones y garantizar su mantenimiento.
En un gesto muy poco frecuente, Rajoy habló de la violencia de género como uno de los problemas que no puede permitirse una sociedad avanzada y, por ello, ofreció al resto de los partidos políticos y al conjunto de las administraciones públicas un gran Pacto de Estado para luchar juntos e "ir más allá" contra esta lacra.
El presidente del Gobierno en funciones habló de corrupción cuando llevaba una hora de discurso para resaltar las medidas acordadas con Ciudadanos y con las que aspira a establecer "controles más ferreos" sobre la financiación de los partidos, así como poner en marcha los mecanismos aprobados "para recuperar hasta el último euro de los corruptos".
También abogó por "reforzar la prevención contra la corrupción", especialmente en la contratación pública pero subrayó que estas medidas "sólo serán útiles y efectivas si obtienen el compromiso de todas las fuerzas políticas".
Rajoy reservó paral el final de su discurso un mensaje especial para Cataluña ante el desafío independentista que inició el expresidente de la Generalitat Artur Mas y que prosiguen los partidos separaristas. Subrayó que su acuerdo con Ciudadanos incluye un compromiso específico para garantizar "la unidad territorial, la igualdad de los españoles y su convivencia".
Replicó a los partidos independentistas que el PP no rechaza su demanda secesionista "porque la reclamen pocos" sino porque considera que "carece de fundamento" dado que la unidad de España depende de la soberanía nacional y eso implica al conjunto de los españoles en una decisión que considera que no pueden tomar unilateralmente los catalanes.
Al finalizar su intervención, Rajoy recibió la ovación en pie de la bancada del Partido Popular, mientras que los diputados de Ciudadanos permanecían sentados en sus escaños sin aplaudir si quiere, pese al acuerdo que su formación ha cerrado con el presidente del Gobierno en funciones y que el domingo fue presentado públicamente junto a Albert Rivera.
(SERVIMEDIA)
30 Ago 2016
PAI/gja