Dicha organización presentó el pasado mes de noviembre “Electrification Roadmap” (Hoja de Ruta para la Electrificación) un documento en el que proponen la implantación experimental de sistemas de transporte eléctrico en determinadas zonas geográficas de Estados Unidos, con el fin de avanzar hacia su uso generalizado en el futuro.

Ahora, Electrification Coalition ha encargado un análisis sobre los efectos macroeconómicos de la adopción del transporte eléctrico en Estados Unidos en los próximos 20 años a expertos de Interindustry Forecasting Project de la Universidad de Maryland.

Según estos expertos, esta medida podría dar lugar a la creación de 1,9 millones de puestos de trabajo de aquí a 2030, de los que 106.000 corresponderían a empresas del sector automovilístico y 112.000 a compañías proveedoras de componentes eléctricos y electrónicos.

Asimismo, la electrificación supondría un menor gasto anual por hogar en combustible para el transporte, lo que, sumado al aumento de su poder adquisitivo durante las dos próximas décadas, podría incrementar el dinero que las familias destinan al ahorro, o al consumo de bienes y servicios, en más de 2.700 euros en 2030, con respecto a los niveles actuales.

La investigación añade que el transporte eléctrico también podría reducir las importaciones de petróleo de Estados Unidos en 11.900 millones de barriles durante los próximos 20 años, lo que mejoraría la balanza comercial estadounidense en unos 93.366 millones de euros.

Estos expertos calculan que el déficit estadounidense podría reducirse en más de 247.200 millones de euros entre 2010 y 2030, como resultado de la implantación del transporte eléctrico, que también reforzaría la economía estadounidense frente a posibles aumentos del precio del petróleo y recesiones económicas motivadas por los mismos.

Asimismo, el descenso en la demanda de crudo resultante del uso de transporte eléctrico en Estados Unidos podría abaratar el precio del petróleo un 7% en 2030.