Además, en la rueda de prensa de presentación de los resultados del primer semestre, Sevilla pidió que “tengamos un Gobierno pronto que tenga capacidad de generar un cierto consenso que permita reabrir la hoja de ruta de privatización de la entidad”.

A este respecto, defendió que la privatización “es buena para Bankia y para la sociedad a medio y largo plazo”.

En relación al banco, explicó que sigue cerrando oficinas, en concreto 38 en el primer semestre, pero que dicho proceso es “un ajuste fino”, ya que los empleados se derivan a otras funciones, como el trato con clientes ‘online’, que son ahora unos 150.000 con la previsión de alcanzar el medio millón el año que viene.

Sobre la marcha del sector bancario en general, apuntó que confía en que la caída de rentabilidad provocada por los bajos tipos de interés toque suelo entre finales de este año y el inicio de 2017.