Agea manifestó durante un encuentro con periodistas que las fundaciones son consumidores finales y prestadoras de servicios sin ánimo de lucro, por lo que no repercutirán la subida de este impuesto, sino, todo lo contrario, tendrán que asumir nuevos costes.

En este sentido, afirmó que la preocupación de las fundaciones no es sólo por la subida de dos puntos del IVA el próximo verano, sino por el impuesto en su globalidad, ya que en un momento como el actual, en el que la sociedad está demandado más recursos del sector fundacional, éste ve mermada su capacidad de gasto por el sistema impositivo que le afecta.

Este problema se deriva del redactado de la directiva europea que regula este impuesto, en el que no se tuvieron en cuenta las características especiales de este tipo de entidades con el fin de que quedaran exentas de su pago.

Así, los responsables de la AEF pusieron de manifiesto que este impuesto perjudica a las fundaciones más que a las empresas, en tanto que no pueden repercutirlo a los beneficiarios de sus servicios.

En cuanto a las medidas que se están llevando a cabo para subsanar esta situación, pusieron de relieve cómo en otros países de la Unión Europea se están adoptando medidas que permiten la restitución de lo pagado a través de una vía de subvenciones específicas.