Madrid. Condenada la sanidad madrileña por mal diagnóstico de un cáncer de útero a una embarazada que perdió el bebé

MADRID
SERVIMEDIA

El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha condenado al Servicio Madrileño de Salud (Sermas) al pago de una indemnización de 250.000 euros por demora y error en el diagnóstico de un cáncer de cuello de útero a una mujer embarazada, a consecuencia de lo cual hubo que extirparle el útero y perdió el bebé que esperaba.

Según informó la Asociación El Defensor del Paciente, desde el año 1999, I.B., de 34 años, seguía un control citológico regular anual en el Centro de Salud "Hermanos García Noblejas". Aunque en tres de esas citologìas se detectaron anomalías, la ginecóloga le aseguró que todo estaba bien.

En mayo de 2005, la mujer comenzó a sufrir un cuadro de sangrado en forma de coitorragia, por lo que su médico de cabecera estimó conveniente que se le realizara una nueva citología. No obstante, y aunque los problemas persistieron, el médico entendió que no era necesario adelantar la cita con la ginecóloga, prevista para el 4 de enero de 2006.

La mujer le explicó a ésta que las coitorragias continuaban y que probablemente estaba embarazada. Tras una exploración mínima y sumamente breve, la ginecóloga dijo a la paciente que tenía una úlcera y que debía aplicarse unos óvulos durante tres meses, pero que, dada la sospecha de embarazo, esto no era lo más indicado.

Respecto a la citología prescrita por el médico de cabecera, la ginecóloga se limitó a revisar los resultados de la que se le realizara en junio de 2005 y consideró que no era necesaria una nueva, pues aquéllos eran buenos a pesar de la persistencia del sangrado. En los días que siguieron, la mujer confirmó que estaba embarazada.

El 3 de febrero de 2006, y ante un cuadro de sangrado, la paciente decidió acudir al Servicio de Urgencias del Hospital "Santa Cristina" de Madrid, donde discreparon en cuanto al diagnóstico de úlcera al que llegara un mes antes la ginecóloga.

Los médicos recomendaron la realización de colposcopia, biopsia y estudio anatomopatológico, cuyo resultado fue que padecía cáncer de útero. Ante esa circunstancia, los facultativos indicaron la operación quirúrgica como única opción mediante la extirpación radical del útero y sus anejos.

Como la paciente estaba embarazada de dos meses y medio, no sólo perdió la posibilidad de tener más hijos, sino también el bebé que esperaba.

La sentencia considera que "la citología del año 2000 ya detectaba la existencia de alteraciones, razón por la que ha habido demora en el diagnóstico del cáncer", y concluye que "un diagnóstico precoz se habría acompañado de un mejor pronóstico y de posibilidades terapéuticas menos radicales".

(SERVIMEDIA)
08 Abr 2010
JCV/caa