Según informó la Policía, la víctima se encontraba de vacaciones en Alicante y, antes de ser agredida sexualmente, consiguió zafarse de su agresor y encerrarse en el aseo de la vivienda para llamar al 091, pero no supo decir en qué dirección se encontraba.

La actuación del responsable de la Sala del 091 permitió localizar la calle mediante el GPS del móvil de la víctima. Los policías que acudieron al lugar accionaron la sirena del coche patrulla para que la menor confirmara por teléfono si la escuchaba o no. Esto permitió a los agentes ubicar el inmueble e irrumpieron en la vivienda donde detuvieron al hombre.

Los hechos ocurrieron durante la madrugada del pasado viernes. La joven, residente en Madrid, conoció al detenido en la zona de ocio del Puerto de Alicante y éste la invitó a su domicilio. Una vez allí intercambiaron besos de manera consentida durante un tiempo, hasta que la joven decidió marcharse del lugar.

LOGRÓ ZAFARSE

En ese momento, el joven, que no estaba de acuerdo con esta decisión, se abalanzó sobre la chica y abusó sexualmente de ella (realizándole tocamientos en contra de su voluntad) e hizo caso omiso a las súplicas de la joven para que depusiera su actitud.

En un momento del forcejeo, la menor logró escapar y esconderse en el baño cerrándolo con el pestillo. En ese instante, aprovechó la oportunidad y llamó a la Policía. Cuando los agentes recibieron la llamada, en primer lugar intentaron tranquilarla y luego localizar la ubicación exacta del domicilio, pero la víctima no pudo facilitar el lugar en donde se encontraba debido a que no conocía Alicante.

Ante estos hechos, uno de los agentes de la Sala del 091 contactó con la chica a través de una aplicación móvil, indicándole que le enviara su ubicación usando el GPS del dispositivo. Así pudieron concretar la calle exacta en donde estaba la vivienda.

RUIDO DEL TELEFONILLO

Una vez los agentes llegaron a la calle que marcaba la señal GPS, hicieron uso de las señales acústicas para que la joven las escuchara y pudiera comunicar al operador del 091 que estaban en el lugar correcto.

Cuando los policías encontraron el portal de la finca -la joven explicó algunas particularidades del acceso al edificio-, tocaron a todos los timbres del portero automático del inmueble hasta que la chica escuchó desde el interior del baño el sonido del telefonillo y concretó de este modo la vivienda exacta en la que se encontraba.

Finalmente, los agentes irrumpieron en la vivienda en donde se encontraba la joven retenida ilegalmente y la liberaron. En ese mismo momento se llevó a cabo la detención del presunto autor de los hechos, un varón de 23 años edad y nacionalidad italiana al que se le imputa un delito de detención ilegal y otro de abuso sexual.