Los datos también muestran otras consecuencias de esta lacra, pues en la primera mitad de 2016 la violencia machista ha dejado a 12 menores huérfanos.

Según la estadística oficial, en el 38% de los asesinatos de mujeres hubo denuncia, aunque una de las fallecidas la había retirado. Asimismo, sólo dos de las víctimas mortales contaba con medida de protección en vigor. Una cuarta parte de esas mujeres (cinco) había solicitado medidas de protección y una víctima renunció a ellas. Cuatro de las cinco que se concedieron estaban cesadas en el momento del asesinato.

En cuanto a la nacionalidad de las víctimas, 13 de las 21 mujeres eran españolas, y dos tercios del total de las fallecidas tenían entre 31 y 50 años. Respecto a la relación que mantenían con el maltratador, la estadística refleja que 15 de las víctimas convivía con el agresor y que en 14 de los casos era su pareja en el momento de la agresión mortal.

OTROS AÑOS

En comparación con el mismo periodo de años anteriores (hay estadísticas desde 2006), esta primera mitad de año no es la peor en cuanto a víctimas mortales, pues sólo en la primera mitad de 2015 hubo menos muertes (19), con un balance final de 60 mujeres fallecidas en todo el año.

Desde 2006, el peor balance de asesinadas fue en 2008 (con 76). El año 2012 se saldó con la muerte por violencia machista de 52 mujeres, la cifra más baja de estas estadísticas.

En cuanto a víctimas infantiles, en 2016 fueron asesinados seis menores y cuatro murieron por esa causa tanto en 2014 como en 2015. La estadística contempla las muertes infantiles por violencia machista desde 2013.