Fuentes del Comité Electoral socialista aseguraron que el PSOE estaría ya ahora cerca de 2 puntos por encima de Unidos Podemos en expectativa de voto, después de que los votantes del partido de Pedro Sánchez hayan visualizado que la amenaza del ‘sorpasso’ es real y vayan a votar para combatirla.

En cualquier caso, los dirigentes del PSOE ven imposible el ‘sorpasso’ en escaños cuando la mayor ventaja de la candidatura de Pablo Iglesias se da en lugares concretos, como Cataluña, el País Vasco y Madrid, mientras que los socialistas sumarían más apoyos en el resto, donde se reparten proporcionalmente más escaños que los que les corresponden por población.

De acuerdo con los estrategas del PSOE, el último escaño en la mayoría de circunscripciones se va a pelear entre el PP y Ciudadanos, con lo que no habrá tanta diferencia respecto a las elecciones de diciembre.

Además, subrayan que las estimaciones de voto para PP, PSOE y Ciudadanos son aproximadamente las mismas que entonces, por lo que Unidos Podemos, que los socialistas creen que sumará menos votos que Podemos e IU por separado, no tendría de dónde sacar para el ‘sorpasso’, a menos que un número inverosímil de abstencionistas dejara de serlo para votar a UP. Es por eso, y porque no todos los votantes de IU aceptan la confluencia, que en el PSOE opinan que la encuestas sobrevaloran a UP.

Lo que sí reconocen los directores de la campaña socialista es que hay tres millones de indecisos, muchos de ellos entre el PSOE y Unidos Podemos. Si los electorados de la coalición y el PP ya están movilizados, de los potenciales votantes del PSOE sólo lo estaría en torno al 70%. A por ellos irán en la segunda semana de campaña.

Lo harán con un “calentón de movilización por abajo”, a nivel local y con llamadas telefónicas. Su objetivo serán unas 10.000 mesas electorales donde, según el PSOE, se dirimirá el resultado final, el mismo número que, aseguran, ya trabajaron en los días previos a las elecciones de 2004.

El Comité Electoral del PSOE cree que la diferencia con Unidos Podemos se jugará en unos 300.000 votos, y espera que con esta campaña final de movilización pueda incrementar en dos o tres puntos la participación de su electorado. Con convencer al 20% de los votantes tradicionalmente socialistas que en diciembre votaron a Podemos, los estrategas socialistas creen que se invertirían las tornas de las encuestas que dan a UP más de cuatro puntos por encima en estimación de voto.