Durante su intervención en un curso organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) en la UIMP de Santander, patrocinado por BBVA, la responsable de la CNMV recordó que las acciones están suspendidas desde febrero de 2013, cuando se destaparon las dificultades financieras de la entidad.

Rodríguez explicó que la compañía “ha cambiado radicalmente en su contenido”. Antes, recordó, había una empresa cotizada con actividad industrial, que “tenía barcos, pescaba y congelaba”.

Esa actividad industrial, explicó, se ha ido completa a Nueva Pescanova, una sociedad de responsabilidad limitada que cotiza. La antigua Pescanova es, por su parte, una sociedad tenedora de acciones de la nueva empresa, en concreto de un 15% del capital.

La cotizada “es radicalmente distinta de lo que había” y para que vuelva a cotizar es fundamental “tener las cuentas de la Nueva Pescanova industria cerrada y auditada”, con información de “cuál es el proyecto industrial”.

Es fundamental que toda esa información esté “clarificada” para que quien quiera comprar acciones de una empresa que tiene una participación del 15% en una sociedad industrial tenga la seguridad de qué es lo que adquiere.