La Policía Foral, por su parte, contabilizó menos accidentes que los registrados en 1993. Los agentes han levantado 16 atestados por accidentes en las carreteras navarras, en los que sólo se produjo una muerte.

El descenso tiene que ver, según fuentes municipales, con las campañas de sensibilización de la Dirección Genral de Tráfico, y con la colocación de controles de alcoholemia en la perifieria de Pamplona.

Varones mayores de 30 años forman el colectivo que más veces tuvo que ser atendido por los diferentes servicios sanitarios tras los encierros de San Fermín. El mayor número de asistencias se dieron en el puesto de Teléfonos, dadas las aglomeraciones de corredores en este tramo. Pese a la existencia de varios heridos de gravedad durante las carreras, el número de accidentados este año ha sido inferior al de lapasada edición.

Un total de 1.050 personas pasaron por el puesto de la Casa de Socorro durante los nueve días de fiestas. En comparación, 150 menos que el año pasado. El descenso más considerable ha sido el de atendidos por intoxicaciones etílicas.

Los Sanfermines 1994 se acabaron oficialmente a las 12 de la noche de ayer con el tradicional "Pobre de Mí", si bien aún gran número de personas quisieron vivir los últimos momentos, hasta que el sol del día 15 no dejó dudas de que todo había finalizad.

Horas antes, en los tendidos de la Plaza de Toros más de un hombre hecho y derecho no pudo contener las lágrimas, después de que el último astado de la feria fuera llevado al desolladero. Todos los años ocurre lo mismo, el cansancio de las jornadas festivas pesa, pero mucho más el deseo de que estos días se alarguen, aunque sea, un poco más.

El alcalde de Pamplona, Alfredo Jaime, ha valorado los Sanfermines de este año como "positivos" y ha agradecido el comportamiento de los pamploneses, que hn hecho posible unas fiestas "alegres y armónicas".