El año pasado, la asociación Sociaal Vervoer Brussel, que nació en 1997, transportó a cerca de 6.000 personas discapacitadas a lugares tan variados como el supermercado, el hospital o la casa de un amigo.

Por el momento, la asociación funciona sólo en diez de los distritos de la ciudad, aunque en un futuro cercano sus responsables desean ampliar el servcio a toda la urbe.

El coordinador de la asociación, Alex Penninckx, señaló al diario belga "Le Soir" las limitaciones del transporte público. "La Stib (la compañía que gestiona el transporte urbano) dispone de unos quince minibuses adaptados para las personas menos válidas, pero los criterios de admisión son particularmente severos", comentó.

Por otro lado, aunque en Bruselas cerca de 25 organismos echan una mano a las personas con movilidad reducida, "la mayoría no aceptan transportarlas si no s por razones médicas", indica el responsable de una organización desbordada por las peticiones de ayuda. El año pasado, comenta, si hubieran respondido a todas las demandas, deberían haber efectuado 15.000 viajes.

De las 6.000 personas transportadas por la organización el año pasado, la mayoría fueron personas ancianas. Los destinos más frecuentes son los más habituales de todos los ciudadanos: el supermercado, el hospital, el ayuntamiento, el cine o un restaurante. Los trabajadores de la organizació examinan cada petición y aconsejan a la persona sobre otras posibilidades de transporte, o bien ponen coche y conductor a su disposición.