Esta encuesta se hizo a partir de 2.466 entrevistas a ciudadanos de 76 municipios de las tres provincias vascas entre el 22 de abril y el diez de mayo, es decir, inmediatamente después de las últimas elecciones al Parlamento Vasco.

Al ser preguntados por el resultado electoral, el 60,6 por ciento dice que lo valora positivamente pensando en el futuro del País Vasco y el 23 por ciento lo hace de forma negativa.

La mayoría (45,6%) cree que este resultado mantendrá igual la situación política, mientras que el 30,6 por ciento opina que mejorará y sólo el 9,8 por ciento cree que empeorará. También la situación económica será igual para el 53,5 por ciento, mejor para el 23,4 por ciento y peor para el 8,8 por ciento.

Un dato significativo es que el 51,5 por ciento de los vascos se muestra muy (24,9%) o bastante en desacuerdo (26,6%) con las ilegalizaciones de algunas listas electorales, algo con lo que sólo el 23,9 por ciento se muestra muy (6,8%) o bastante (17,1%) de acuerdo, y que deja indiferente al 13,1 por ciento de los ciudadanos.

A la vista del resultado, y al ser preguntados por las alternativas para formar gobierno, el 24,3 por ciento prefiere un pacto PNV-PSE, seguido de uno minoritario (15,9%), y de uno formado por PNV y el PCTV (14,8%).

El Gobierno de PNV y PSE es al que los ciudadanos ven más capacitado de todos para gestionar la economía, lograr la paz, garantizar la estabilidad política, y encauzar las relaciones del País Vasco con el resto de España.

DIVISIÓN ANTE EL "PLAN IBARRETXE"

A la hora de ir a votar, el 60,6 por ciento dice que tuvo poco (26,5%) o nada (34,1%) en cuenta la posición de los partidos ante el "Plan Ibarretxe", mientras que el 31,7 por ciento reconoce que lo tuvo muy (6,5%) o bastante (25,2%) en cuenta.

Ante esta propuesta, las opiniones siguen confrontadas. El 30,6 por ciento se muestra muy (6,9%) o bastante a favor (23,7%) y el 30,3 por ciento se posiciona bastante (18,8%) o muy en contra (11,5%). El 23,6 por ciento no opina una cosa ni otra.

Sobre esta propuesta, en torno al 40 por ciento de los vascos cree que contribuiría a mejorar el autogobierno, y en porcentajes menores dicen que divide a los vascos, que contribuiría al final de la violencia, y apenas un 14 por ciento cree que amenace la integridad territorial del País Vasco.

En todo caso, el 48,4 por ciento cree que debe empezarse otro proceso de elaboración del nuevo estatuto entre todos los partidos. Sólo el 18 por ciento se muestra partidario de reiniciar el debate sobre el "Plan Ibarretxe", y el 10,1 por ciento dice que el actual Estatuto funciona bien y no hay razón para cambiarlo.

El 34,7 por ciento desea un Estado en el que las comunidades tengan más autonomía, y el 28,6 por ciento da un paso más y opta por capacidad para que las autonomías se declaren en estados independientes. El 24,4 por ciento se queda con el modelo actual, y el 0,8 por ciento prefiere un Gobierno central sin autonomías.

Quienes se muestran a favor de que el País Vasco sea independiente suman el 35 por ciento, algo menos del 38,1 por ciento que lo rechaza. El 18,3 por ciento no expresa una cosa ni otra.

El 38,5 por ciento se siente tan vasco como español, el 26% únicamente vasco, el 21,8% más vasco que español, el 4,3% más español que vasco, y el 3,8% únicamente español. Únicamente el 53,8% entiende el euskera, el 41,4% lo lee, el 37,2% lo habla con fluidez, y el 33,7% lo escribe correctamente.

VALORACIÓN DE LÍDERES

Después de las elecciones, Juan José Ibarretxe es el líder mejor valorado, con 5,7 puntos sobre 10, seguido de Patxi López (4,6), Aintzane Ezenarro (4,5), Javier Madrazo (4,3), Nekane Erauskin (4,2), y María San Gil (2,4).

En cuanto a los líderes estatales, José Luis Rodríguez Zapatero logra un 4,7 y le siguen Gaspar Llamazares (4,2) y Mariano Rajoy (2,2).

El 35,2 por ciento dice que siguió las elecciones con mucho (9,3%) o bastante interés (25,9%), pero el 54,1 por ciento reconoce que lo hizo con poco (31,9%) o ninguno (22,2%) y el 10,2 por ciento se queda en medio.

Una amplia mayoría de vascos, con porcentajes que superan el 70 y el 80 por ciento, asegura que lo visto y oído durante la campaña apenas le sirvió para informarse sobre las propuestas, concoer mejor a los candidatos, apreciar diferencias entre unos y otros, ni para decidir el voto.

La campaña del PNV es la mejor valorada, un 27,5 por ciento la aprecia, seguida de la del PSE (25,2%), la del PCTV (20,9%), la de Aralar (19,9%), la de Ezker-Batua (17,5%), y, por último, la del PP (10,3%).

Los vascos dicen en su mayoría que ningún partido contactó con ellos personalmente o por teléfono, sólo por correo en el 75,8 de los casos. En cualquier caso, el PSE fue el partido que más contactó con los ciudadanos, aunque pese a ello llegó a un escaso porcentaje de población.

Además, el 93,4 por ciento de los ciudadanos de Euskadi dice que no fue a ningún acto electoral de ningún partido, y sólo el 1,7 por ciento colaboró gratuitamente con alguna formación durante la campaña.

En la misma línea, sólo el 6,3 por ciento reconoce haber intentado convencer a alguien de lo que debía votar, y sólo el 9,6 por ciento dice que alguien ha intentado convencerle. En la mayor parte de los casos se trata de un amigo, seguido de un familiar y de la pareja.

El sondeo refleja que la campaña influyó poco entre los votantes, y muestra de ello es que el 80,3 por ciento de los ciudadanos asegura que tenía su voto decidido desde tiempo atrás.

Según la encuesta, el 80 por ciento de los vascosl, el 21,6 por ciento la ve buena (21,1%) o muy buena (0,5%), y el 24,9 por ciento cree que es mala (20,2%) o muy mala (4,7%), mientras que el 47 por ciento la tacha de regular.

Ningún aspecto de la gestión del Gobierno central es especialmente valorada por los vascos, aunque la mejor puntuación es para la política exterior y la guerra de Iraq. Valoran peor la actuación ante los astilleros de Izar, la reforma de la Constitución y los Estatutos y la política económica.

Los vascos ven mejor la situación económica de Euskadi que la económica. El 46,2 por ciento cree que la economía va bien (43,9%) o muy bien (2,3%), frente al 12,7 por ciento que la ve mal (10,9%= o muy mal (1,8%) y al 39 por ciento que la juzga regular.

Sin embargo, sólo el 18 por ciento cree que la situación política es buena (17,3%) o muy buena (0,7%), mientras que el 29,4 por ciento la juzga mala (22,4%) o muy mala (7,0%), y el 47 por ciento cree que es regular.