Un año más, la Cofradía de Nuestro Padre Jesús El Rico y María Santísima del Amor cumple con la tradición de proponer la liberación de un recluso con motivo de su salida procesional el Miércoles Santo.

En esta ocasión, se trata de un condenado en 2001 a tres años de cárcel y seis meses de arresto por un delito de falsedad en concurso con un delito de estafa y otro de apropiación indebida. La estafa fue cometida entre 1993 y 1995 a través de unas primas de seguros en las que resultaron perjudicadas una decena de personas.

El indulto fue aprobado en el Consejo de Ministros del pasado 19 de marzo y publicado el real decreto en el Boletín Oficial del Estado el 24 de marzo con la rúbrica del ministro de Justicia, Francisco Caamaño.

Según el texto del BOE, recogido por Servimedia, este indulto se condece "en cumplimiento del privilegio otorgado por el Rey Carlos III a la Cofradía de Nuestro Padre Jesús el Rico".

El indulto se le concede en cuanto a las penas privativas de libertad pendientes de cumplimiento se refiere y "a condición de que no vuelva a cometer delito doloso en el plazo de cuatro años desde la publicación del real decreto".

Esta tradición se remonta a una pragmática real de Carlos III tras una epidemia de peste que afectó gravemente a Málaga y que ocasionó la suspensión de las procesiones de Semana Santa de 1759.

Entonces, los reclusos de la prisión de Málaga pidieron al alcaide sacar ellos la imagen de la que se declaraban devotos y al serles denegada la solicitud, se rebelaron, escaparon de la cárcel y llevaron a hombros el trono por las calles de la ciudad.

Luego, los presos volvieron a la prisión, lo que coincidió con la repentina desaparición de la epidemia que se cobró numerosas vidas. Esto fue interpretado como un milagro que impresionó a Carlos III, por lo que concedió el privilegio, que anualmente es ratificado por el rey Juan Carlos.

El acto de concesión del indulto se produce en la malagueña plaza de la Aduana. Allí, se lee la pragmática y, después, el indultado, con la bendición de Jesús "El Rico" -cuyo brazo se mueve- suele acompañar durante toda la procesión con una sobria túnica con capucha negra y una vela.