Un tercio de las aves norteamericanas están amenazadas
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Millones de aves de América del Norte han desaparecido desde la pasada década de 1970 y ahora un tercio está en peligro de extinción, ante lo cual los expertos coinciden en que su conservación a largo plazo sólo se logrará con la creación de asociaciones transnacionales y la participación de las comunidades locales en los proyectos de ciencia ciudadana.
Así se recoge en el informe ‘El estado de los pájaros de América del Norte’, elaborado con datos recogidos por voluntarios y ciudadanos en todo el continente a través de la Iniciativa de Conservación de las Aves de América del Norte, en la cual forman parte tres socios de BirdLife International.
Las aves migratorias conectan el continente norteamericano, ya que millones de ellas se mueven cada año a través de Canadá, Estados Unidos y México. Unas 350 especies comparten su distribución a través de más de dos países, según informa BirdLife International.
El estudio indica que un tercio de las 1.154 especies de aves nativas norteamericanas requieren de medidas urgentes de conservación y que las que están más en riesgo son las que dependen de los océanos y de los bosques tropicales, debido a las amenazas sobre sus hábitats.
En concreto, el grupo más amenazado es el de las aves marinas, puesto que más de la mitad están en riesgo por una mezcla de contaminación, sobrepesca, impactos de la industria extractiva, depredación por especies invasoras en las islas y cambio climático. Destacan en este apartado el petrel de coronilla negra (‘Pterodroma hasitata’), la pardela de Parkinson (‘Procellaria parkinsoni’) y la pardela de Townsend (‘Puffinus auricularis’).
La situación no es mucho mejor para los pájaros cantores que migran en invierno de Canadá a los bosques tropicales de México haciendo escala en Estados Unidos debido a la deforestación en tierras mexicanas. Otras aves tropicales amenazadas son la tangara celeste (‘Tangara cabanisi’), el colín barbudo (‘Dendrortyx barbatus’) y el mosquerito bandicanelo (‘Xenotriccus callizonus’).
El informe indica que las aves de pastizal también se enfrentan a descensos de población debido a cambios en el uso del suelo. En los últimos años, vastas praderas de América del Norte se han convertido en tierras agrícolas o urbanas y sólo permanecen unas pocas islas con tierras originales, lo que dificulta la vida silvestre. Algunas son el gorrión zacatero (‘Xenospiza baileyi’), el gorrión indefinido altiplanero (‘Spizella wortheni’) y el urogallo chico (‘Tympanuchus pallidicinctus’).
(SERVIMEDIA)
03 Jun 2016
MGR/gja