Lara hizo balance de la gestión de la dirección que este fin de semana será relevada por la encabezada por Alberto Garzón, que saldrá de la Asamblea como nuevo coordinador general con el aval de la militancia.

Puso en valor el “talante” con el que durante siete años y medio ha intentado recuperar la cohesión interna de una organización que estaba “muy fracturada” y el hecho de que después de cinco candidaturas en la Asamblea de 2008 se llegara a una unitaria en la de 2012.

Los dirigentes de IU, subrayó, fueron tachados de “locos” por defender una huelga general que después fue secundada por miles de protestas, y reclamando “cambiar el color” de los billetes de 500 euros para luchar contra el fraude fiscal y la evasión de impuestos. Fueron considerados “una especie de cuadrilla de gilipollas que no teníamos ni idea” pero ahora el Banco Central Europeo anuncia que dejará de emitirlos en 2018.

Recordó también que hicieron una “crítica potente” a los últimos años de Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y fraguaron una “alternativa social” en las instituciones y en la calle. Después han ejercido la oposición a un PP que “ha gobernado para las oligarquías” y que estaba “infectado” por la corrupción.

Cayo Lara se enorgulleció de haber facilitado la transición a la próxima dirección encabezada por Garzón y dejó claro que se jubila laboralmente pero no ideológicamente.

Al hablar de las decisiones con las que se ha “sentido mal” recordó el respaldo de la organización al PP en Extremadura, la desfederalización en Madrid, “necesaria probablemente, pero dolorosa”, y el despido de trabajadores por el descenso de recursos.

Reconoció que de cara a esta Asamblea le hubiera gustado una síntesis de candidaturas y proyectos que finalmente no ha sido posible. Solo le queda felicitar a quienes más respaldo han tenido, y dejó claro en todo caso que Garzón fue, es y será “mi candidato a la Presidencia del Gobierno”, aunque la alianza con Podemos le haya relegado al quinto puesto de la lista al Congreso de los Diputados por Madrid.

"LARGO RECORRIDO" DE IU

Lo que existe con Podemos es una “alianza electoral” con respeto a la identidad de las partes, subrayó, y la evolución en el futiro habrá que valorarla, en su opinión, teniendo en cuenta la experiencia que se derive del funcionamiento en el Parlamento.

Izquierda Unida tiene futuro, dijo, porque tiene una base “muy sólida” y un proyecto con “largo recorrido” y una militancia que ha atravesado “más desiertos que oasis” gracias a su carga ideológica y a su resistencia. “Si volviera a nacer volvería a militar en Izquierda Unida”, aseguró.

Cayo Lara defendió, además, que Izquierda Unida es una fuerza “roja, violeta, verde, republicana”, y los ciudadanos lo saben y “no se asustan”, respondiendo así a la supuesta incomodidad que generan en Podemos las banderas comunistas.

Defiende hacer política “con cabeza” pero sin que falte el corazón, y en ese sentido considera que el logotipo elegido es “uno más” que no puede restar importancia al programa electoral y a los compromisos y la experiencia de cada formación.