Esta es una de las principales conclusiones que se extraen del sistema Mesias (Marca España Sistema de Inteligencia Aplicadas), que se presentó este miércoles en la Casa América de Madrid.

Este índice es un sistema de vigilancia que permite analizar la evolución de la Marca España y su imagen, desde una perspectiva cuantitativa a través del análisis evolutivo de los atributos que lo componen.

Entre sus herramientas destaca el Índice de Confianza en la Marca España que permite evaluar y diagnosticar, a través de la percepción que tienen los ejecutivos y los directivos en qué medida aquella aporta o detrae valor en los procesos de internacionalización de las empresas españolas.

En ese sentido, el índice pone de manifiesto que todos los indicadores estudiados muestran la consolidación de la tendencia de crecimiento identificada en 2014 y 2015 y auguran “expectativas de mejora para el futuro más inmediato”.

Esto se pone de manifiesto con el hecho de que 86 de las 87 variables que componen el índice crecen, al tiempo que sostiene que esta “recuperación de la confianza” seguirá creciendo el próximo año, “si bien se espera una cierta desaceleración del crecimiento, posiblemente debida a la incertidumbre política”.

La confianza depositada por los directivos y empresarios en la Marca España se sitúa en 68,9 sobre 100 frente a los 56,5 de la generada en el exterior. Esta brecha, según el índice, se ha reducido por segundo año consecutivo. No obstante, este diferencial indica que “se deben seguir realizando esfuerzos para comunicar en el exterior la realidad de España y contribuir así a reducirlo.

La confianza que los empresarios depositan en España como país que ofrece seguridad a la hora de llevar adelante una expansión internacional ha aumentado 6,1 puntos respecto de 2015, tras el atractivo y la confianza aportada por la Marca España, que crecieron un 6,2 y un 6,6, respectivamente.

En términos de imagen exterior, España es percibida como un país de gente amable (77,3), creativa (72,9) y cualificada (69,3), mientras que se considera que tiene que mejorar a nivel de innovación (53,2) y tecnológico (53,3).

Por otra parte, el número de empresarios que nunca han pensado ocultar el origen español de su marca asciende tres puntos (80,1), mientras que existe un “consenso generalizado” acerca de que el origen español de marcas, productos y servicios no ayuda en el exterior a cobrar un precio más alto por estos. El subíndice que lo mide registra una de las variaciones más bajas, situándose en 39,4 puntos y experimentando una caída de 5,1 puntos en el periodo 2014-2016.