Según un comunicado de esta ONG católica, la jornada lanza una invitación a practicar la justicia “en la vida cotidiana, a proteger y defender los derechos fundamentales de todas las personas para erradicar la pobreza en el mundo”.

Para ello, afirma, es necesario “activar un estilo de vida que nos lleve a ser agentes de transformación de nuestra sociedad, en los barrios, en todos los ámbitos, personales, laborales, familiares, y en todos los espacios donde convivimos con otros, así como a cuidar de nuestro planeta, nuestra casa común”.

Porque “si somos capaces de lograr un equilibrio entre nuestra forma de vivir, de pensar y de actuar, lograremos mejorar nuestro entorno haciendo posible que nuestra huella sea sostenible y solidaria, capaz de transformar la realidad”, prosigue Cáritas.

Además de las celebraciones religiosas del Corpus, el Día de la Caridad, según la ONG católica es momento propicio para reflexionar sobre la aportación de cada persona al bien común y las “huellas” que deja en su entorno, atendiendo a cuestiones como la denuncia social, el consumo responsable, la huella sostenible, la no violencia, la integración del diferente y la defensa de los derechos.