Científicos explican cómo se formaron unas estructuras poligonales en el cráter Gale de Marte
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En el cráter Gale de Marte existen unas estructuras poligonales de varias decenas de metros que se desarrollaron “en un ambiente frío, aunque húmedo, en el tránsito evolutivo entre un Marte que en sus primeras etapas tenía condiciones ambientales más parecidas a las actuales de la Tierra y el planeta más frío y seco que es en la actualidad”, según el investigador del Instituto de Geociencias Jesús Martínez Frías.
En un estudio publicado en la revista ‘Icarus’ Martínez Frías y un equipo internacional de científicos barajan diferentes hipótesis sobre la formación de estas curiosas estructuras que “forman redes que se orientan según un sistema ortogonal aunque, a veces, también se observan patrones circulares”, según indicó el investigador del Instituto de Geociencias, centro mixto de la Universidad Complutense de Madrid y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
La zona en la que se ubican los polígonos, el Gillespie Lake Member, dentro del valle Paz del cráter Gale, fue la primera taladrada por el robot Curiosity y los científicos han utilizado imágenes tomadas por las cámaras Hirise y CTX de la sonda ‘Mars Reconnaissance Orbiter’ de la NASA, que entró en órbita del planeta a finales de 2006.
Según Martínez Frías, en la Tierra, este tipo de estructuras se asocian con distintos procesos geológicos, como el enfriamiento de lava, el escape de fluidos o factores de estabilización de los sedimentos y, además, están relacionadas con impactos meteoríticos, desecación y contracción termal en climas fríos.
En cuanto a la posible presencia de agua cuando se formaron, el geólogo se muestra cauto, ya que “a diferencia de otros hallazgos recientes que sí proporcionan evidencias importantes sobre el agua y su posible dinámica, estas estructuras constituyen nuevas claves que nos ayudan a reconstruir la evolución geológica de las condiciones de Marte, tal vez con ambientes caracterizados por lagos cubiertos de hielo”.
Además, otro trabajo publicado en la misma revista da nuevas pistas sobre una muestra de las rocas del planeta rojo procedentes del cráter Gale, cuya clasificación es importante porque, según Martínez Frías, “nos ayuda a comprender y determinar las áreas de procedencia, la historia recogida en ellos sobre su transporte y el tipo de terreno”.
Por último, el investigador concluyó que “la mayor parte de los clastos se generaron, probablemente, a través de procesos de transporte aluvial intermitente y otros, más escasos, representan ambientes fluviales que posteriormente litificaron, se compactaron y cementaron formando rocas sedimentarias, y fueron exhumados por la erosión”.
(SERVIMEDIA)
23 Mayo 2016
CJC/gja